Martes 8 de Octubre del 2019 – Evangelio según San Lucas 10,38-42

lunes, 7 de octubre de
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Jesús entró en un pueblo, y una mujer que se llamaba Marta lo recibió en su casa. Tenía una hermana llamada María, que sentada a los pies del Señor, escuchaba su Palabra.

Marta, que estaba muy ocupada con los quehaceres de la casa, dijo a Jesús: “Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola con todo el trabajo? Dile que me ayude”.

Pero el Señor le respondió: “Marta, Marta, te inquietas y te agitas por muchas cosas, y sin embargo, pocas cosas, o más bien, una sola es necesaria. María eligió la mejor parte, que no le será quitada”.

 

Palabra de Dios

 

Monseñor Ricardo Seirutti obispo auxiliar de Córdoba y delegado episcopal para la Pastoral de Juventud

 

¡Hola querida audiencia de Radio María! Este Martes 8 de Octubre, el texto que nos regala la liturgian os muestra un Jesús que va de camino y entra en un pueblo y una mujer llamada Marta lo recibe en su casa. Va a “desvivirse” para atender a Jesús y entonces, en un momento Marta va a quejarse de su hermana y le va a pedir a Jesús que intervenga. Jesús va a valorar mucho lo que hace Marta y le dice “te inquietas y te agitas por muchas cosas” pero, le va a decir que la elección que ha hecho María de escucharlo, es mejor.

La escena la conocemos muchísimo. Y está muy presente en toda nuestra vida espiritual. Es un texto conocido y querido. Este Jesús que se detiene en la casa de Marta y María, que son las hermanas de Lázaro, el evangelio de Juan nos va a regalar después 2 escenas más, una en una cena y otra ante la muerte de Lázaro por pedido de estas hermanas, lo va a resucitar y se los va a devolver para que siga caminando entre ellas.

¡Ahora fíjense! Hay 2 cosas lindas que podríamos destacar, esta vez, del texto. Una es recibir: Marta lo recibe en su casa, a pesar de “cómo esté la casa”. Marta, lo recibe y se pone a disposición de Jesús, en esta entrega generosa. Seguramente limpiaba la casa, quitaba algún camastro para que durmiera un rato, preparaba un poco de comida ¿no?. ¡Lo recibe, lo recibe totalmente Marta! por eso Jesús puede tener toda la confianza del mundo de decirle, lo que dice. ¡Lo recibe! En nuestro agitado día ¿en que momento estamos atentos a recibir a Jesús como lo hace Marta?. Tomarnos siempre un momentito del día para detenerme y recibir a Jesús, “así como estoy”, “así como estoy viviendo el día” ¿no?.

Y lo segundo está María. Jesús le va a decir pocas cosas: “una sola es necesaria, María eligió la mejor parte, que no le será quitada”. Está Jesús en la casa ¿no? Marta está aprontando todo, sin embargo María se ha detenido, “elige-decide escuchar a Jesús”.

Cada día los cristianos estamos agitados entre estas dos actitudes. Nuestro “obrar” y nuestro “estar a la escucha”. Es necesario obrar siempre. Nosotros vamos a estar, incluso evangélicamente en nuestras pastorales ¿no? pero siempre estamos en el trabajo de lo cotidiano, lo diario y en el escuchar a Jesús. Y es más, muchas veces, hasta a veces me quejo diciendo: “bueno no tengo ni un ratito para orar”, “bueno no tengo ni un ratito para escuchar a Jesús”,
“no tengo ni un rato para detenerme y orar, escuchar la palabra, escucha Jesús”¿no?.

Por eso, elegir la mejor parte es una decisión. Es una decisión y entonces ante el agitado día decidir, elegir estar un momento con Jesús. Sobretodo cuando descubro que Jesús está presente, que está pasando por mi vida, pero más allá, también elegir estar con Él. Animarnos entre nuestro obrar y nuestro estar a la escucha -tomar una decisión- y decir: “Bueno, ahora me detengo un momento en este día y elijo estar con Jesús.