Miércoles 19 de Abril de 2023 – Evangelio según San Juan 3,16-21

lunes, 17 de abril de
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Sí, Dios amó tanto al mundo, que entregó a su Hijo único para que todo el que cree en él no muera, sino que tenga Vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.» El que cree en él, no es condenado; el que no cree, ya está condenado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios. En esto consiste el juicio: la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron las tinieblas a la luz, porque sus obras eran malas. Todo el que obra mal odia la luz y no se acerca a ella, por temor de que sus obras sean descubiertas. En cambio, el que obra conforme a la verdad se acerca a la luz, para que se ponga de manifiesto que sus obras han sido hechas en Dios.

Palabra de Dios

Padre Javier Verdenelli | Sacerdote de la Arquidiócesis de Córdoba

Buenos días queridos hermanos de Radio María soy el padre Javier Verdenelli párroco de las comunidades María Reina y Preciosísima Sangre en la arquidiócesis de Córdoba, Argentina.
Compartimos una vez más el evangelio de este día miércoles de la segunda semana del tiempo de pascua. Todavía brilla en nosotros la luz de la fe bautismal renovada de la Pascua del Señor y del costado abierto de Cristo en su Divina Misericordia.

Este contexto de alegría nos ayuda para rezar y encontrarnos con este pasaje del evangelio que estamos compartiendo donde San Juan nos anuncia que Dios amó tanto al mundo que entregó a su Hijo único para que tengamos vida eterna, para que el mundo se salve por Él.

Y así Dios manifiesta su misericordia porque el juicio no consiste justamente en encontrar culpables sino para que nos descubramos infinitamente amados por Él, llamados e invitados a celebrar la misericordia con nuestros hermanos, donde el primer juicio no tiene que corresponder con nuestro parecer sobre los demás sino justamente con tratar de entender y de amar la realidad que hay en el otro, su pecado, su fragilidad, y en tal situación llamados a entregar nuestra vida por su conversión. Especialmente con aquellas personas que más nos cuestan o con quienes tenemos alguna diferencia, ahí es donde se revela un corazón misericordioso que se anima a amar hasta la debilidad y aun mas el pecado que hay en el otro.

Muchos hombres eligen las tinieblas a la luz, afirma también el evangelista; por eso una buena pregunta para este día puede ser si definitivamente dejamos a Jesús entrar en nuestro corazón y que transforme toda nuestra vida o si nos guardamos ese rinconcito del corazón que queda oscuro, donde la cuaresma se prolonga sin llegar nunca a dejarnos iluminar por la resurrección del Señor, para que la verdad que somos sea descubierta y amada.

Serán finalmente nuestras obras de misericordia, aquellas que logramos hacer desde la virtud de la caridad cristiana, las que manifiesten al mundo que Dios nos ha transformado desde dentro y en totalidad, para que todos viendo nuestras buenas obras, alaben a también a Dios con sus vidas.
Que en el sol del otoño que nos descubre la claridad de la mañana y hace cálidas nuestras tardes, nos ayude siempre a dar gracias por la misericordia de Dios manifestada en nosotros.

Hasta la próxima semana y bendiciones.