Miércoles 24 de Agosto de 2022 – Evangelio según San Juan 1,45-51

lunes, 22 de agosto de
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Felipe encontró a Natanael y le dijo: “Hemos hallado a aquel de quien se habla en la Ley de Moisés y en los Profetas. Es Jesús, el hijo de José de Nazaret”. Natanael le preguntó: “¿Acaso puede salir algo bueno de Nazaret?”. “Ven y verás”, le dijo Felipe. Al ver llegar a Natanael, Jesús dijo: “Este es un verdadero israelita, un hombre sin doblez”. “¿De dónde me conoces?”, le preguntó Natanael. Jesús le respondió: “Yo te vi antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera”. Natanael le respondió: “Maestro, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel”. Jesús continuó: “Porque te dije: ‘Te vi debajo de la higuera’, crees . Verás cosas más grandes todavía”. Y agregó: “Les aseguro que verán el cielo abierto, y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre.”

 

 

Palabra del Señor

Nicolas Ceballos | Sacerdote de la Arquidiócesis de Mendoza

 

 

 

Hoy 24 de agosto contemplamos en el Evangelio según san Juan, el llamado de Natanael y Felipe. Celebramos el día de San Bartolomé, quien fue uno de los 12 apóstoles de Cristo.

Cuenta la historia de la Iglesia que Bartolomé recibió el martirio tras una inmensa tortura en la que fue desollado vivo. De esa manera lo pintó Miguel Ángel en el juicio final de la capilla Sixtina, con la piel que le habían retirado agarrada de sus manos. El evangelio de Juan no nombra a Bartolomé, pero los estudiosos coinciden en que éste figura bajo el nombre de Natanael, que siempre está cerca de Felipe. Y esto tiene mucho sentido, ya que sabemos que Natanael, osea nuestro querido Bartolomé, llevó la fe junto a Felipe a la India y a Armenia. ¡Dos amigos misioneros!
Te comparto algunas ideas en torno al Evangelio de hoy y a la figura radiante de este Apóstol de Jesús:

En primer lugar, ante el encuentro con Jesús, Natanael le pregunta al Señor: «¿De dónde me conoces?», a lo que el Maestro le responde «Yo te vi antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera.» Surge una gran curiosidad al leer este relato ¿Qué habrá pasado abajo de esa higuera? Me gusta imaginar una incesante oración por parte de Natanael debajo de la higuera. Para algunos estudiosos de la Biblia este árbol simboliza al pueblo de Israel. Imaginemos entonces a Natanael intercediendo por su pueblo, pidiendo que el Mesías venga a liberarlos. Lo cierto es que el Evangelio no nos cuenta que pasó debajo de la higuera, pero si nos dice que el Señor vio a este Apóstol cuando estaba debajo de ella.

Con esta idea de la higuera misteriosa quiero darte una buena noticia: Jesús escucha cada una de tus oraciones, te ve en ellas, y te responde. Dios te escucha cuando encendés una vela en lo íntimo de tu hogar, cuando pasas por el frente de una Iglesia y con mucha devoción te hacés la señal de la Cruz, cuando mirás una imagen con cariño y le pedís que cuida a los tuyos. Dios siempre te ve.

En segundo lugar, la santidad para este Apóstol de Cristo consistió en difundir su mensaje incansablemente. Luego de Pentecostés este hombre de Dios, junto a su amigo Felipe se dirigió a tierras lejanas a anunciar el mensaje de salvación. Me gusta imaginar a Bartolomé caminando por la India y contando a la gente el encuentro que tuvo con Jesús bajo de la higuera. Un encuentro que le cambió la vida para siempre.

Pidamos al Señor que nos encuentre bajo la higuera, es decir, bajo ese lugar donde haces la oración y pones toda tu vida en sus manos. Que transformados por la oración y el encuentro con Cristo vayamos a todo el mundo a anunciar que Jesús murió y resucitó por nosotros, por nuestra salvación.