Miércoles 28 de Diciembre de 2022- Evangelio según San Mateo 2,13-18

miércoles, 21 de diciembre de
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Después de la partida de los magos, el Ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: “Levántate, toma al niño y a su madre, huye a Egipto y permanece allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo”. José se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto. Allí permaneció hasta la muerte de Herodes, para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por medio del Profeta: Desde Egipto llamé a mi hijo. Al verse engañado por los magos, Herodes se enfureció y mandó matar, en Belén y sus alrededores, a todos los niños menores de dos años, de acuerdo con la fecha que los magos le habían indicado. Así se cumplió lo que había sido anunciado por el profeta Jeremías: En Ramá se oyó una voz, hubo lágrimas y gemidos: es Raquel, que llora a sus hijos y no quiere que la consuelen, porque ya no existen.

 

Palabra de Dios

Padre Nico Ceballos | Sacerdote de la Arquiócesis de Mendoza

 

Antes que nada ¡Feliz Navidad! La lectura de este Santo Evangelio nos pone en noticia del porqué de esta fiesta.

Sabemos que el nacimiento del salvador se dio en un contexto bastante desfavorecido y tortuoso. El censo que obligó a Santa María y a San José a ponerse en movimiento, junto con la falta de lugar en Belén, obligó a que la Palabra se encarnara en el medio de un pesebre, rodeado del calor de los animales. La historia bíblica nos cuenta también que Herodes el Grande, “Rey de los judíos”, buscaría al niño para matarlo, pues se había enterado de que había nacido un niño Rey. Y no habría otro rey más que herodes. Para evitar esto mandó a matar a todos los niños de la región de Belén y de sus al rededor. Son estos los santos inocentes que la liturgia nos invita a recordar.

En torno a esta imagen bíblica de la historia de Jesús, te propongo la siguiente reflexión: La encarnación de aquel que es el sumo bien trae aparejada una serie de conflictos que manifiestan el rechazo de Dios por parte del mundo.

La historia de Jesús está marcada por esta realidad. Mientras Dios aparece en la historia entregándose y dándose por entero, el mundo muestra los signos de muerte que gritan de manera desgarradora y huyen del amor que hace nuevas todas las cosas. Frente al amor y la misericordia de Dios, aparecen el odio, el rechazo y la muerte queriendo gritar con más fuerza. Mientras que María y José, buscadores de la voluntad de Dios hacen todo para que el Sumo Bien nazca y se haga hombre, Herodes hace todo lo posible para truncar ese plan de Salvación, llegando hasta el extremo sangriento de dañar la vida de estos pequeños inocentes.

Muchos historiadores han intentado averiguar si este hecho ocurrió de manera histórica, o si más bien es un recurso que utilizó el Evangelista para que captemos alguna enseñanza en esta historia de Salvación. Lo cierto es que, haya ocurrido o no de manera histórica, es una realidad que hay algunos poderes mundanos que rechazan con violencia la ternura de Dios y que se oponen por completo al amor salvador. Son todos esos poderes autoproclamados que aniquilan la vida, quitan la dignidad de la persona, violan los derechos más esenciales y pisotean a quien tienen en frente… solo por el miedo que les provoca saber que hay un Rey más grande que cualquier Rey.

Hoy rezamos por los inocentes, que han perdido la vida, a causa de tantos poderosos que quieren ocupar el lugar de Dios, nuestro único Rey. La historia continúa… sabemos que triunfa el amor… pero que no le fue tan sencillo ese triunfo. En el medio, varios sufrieron. Que Dios los tenga siempre en la Gloria.