Nadie está solo

martes, 17 de marzo de

Creo que una de las cosas que se va a vivir estos días un poquito más es la soledad. Es verdad que esto del aislamiento, del no poder salir, el saber que no tienes al alcance de la mano el llamar a los tuyo y quedar para tomar algo, para verte; y aunque a veces no lo hagamos con tanta frecuencia, el saber que no puedes te hace especialmente consciente de la distancia. (…)

Pensaba yo estos días cómo explicar, cómo animar, cómo compartir una mirada un poco esperanzada también a esta soledad.

Nadie está solo, aunque a ratos lo temes y te sientes herido o se te rompe la entraña. Si se te pierde la risa y se te callan los versos. Aunque te duela la historia y te amenace el presente, si te atraviesan los miedos o se oscurece el futuro.

Es verdad que sí, que hay días grises en que el silencio atormenta y oprime. Hay momentos en que la nostalgia es distancia y es ausencia. Hay abrazos extraviados esperando un encuentro. Hay miedos que anuncian naufragios y derrotas que parecen finales. Pero nadie está solo. Aunque a veces lo parezca.

Su palabra no se marcha y Su espíritu nos une, fluye infatigable entre nosotros despertando el amor dormido. Vistiéndose de servicio, llamándonos prójimos, llamándonos amigos. Y trenzando en estos días inesperados afectos que se convierten en hogar, aunque hoy nos llueva dentro.

 

José María Rodriguez Olaizola, sj

Fuente: Nadie está solo