“No me arrepiento de haberle dicho sí a mi amigo Jesús”

lunes, 17 de febrero de
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El tiempo de verano sigue siendo escenario de la misión de miles de jóvenes de toda la Argentina. Hoy es el turno del grupo “Siguiendo a Jesús” de Cañada en Santiago del Estero. Durante algunos días de enero visitaron Caspi Corral y Campo Verde, en zona rural de la provincia de Santiago del Estero. Marisol, nos cuenta su testimonio sobre esos días de gracia vividos junto a sus compañeros.

Mi nombre es Marisol Gómez tengo 22 años y pertenezco al grupo misionero “Siguiendo a Jesús” de la Capilla Cristo Rey de la localidad de la Cañada (Santiago del Estero). Hace poco estuve misionando junto a mi grupo. Si bien participé en muchas experiencias misioneras, esta última me enseñó cosas nuevas. Conocí a personas que de alguna forma u otra se quedaron en mi corazón, ya sean jóvenes o niños que se aferran a vos en esos días que compartes con ellos. A ellos no les importa quien sos o como sos, ellos no te juzgan por nada pero te brindan un hermoso amor, el mismo amor que Dios tiene hacia nosotros, ese amor por el cual Él fue capaz de dar su vida por nosotros sin importarle qué mal hagamos.  Jesús es nuestro ejemplo a seguir siempre y nuestro deber como misioneros es llevar su palabra y su amor a todo el mundo afrontando todo lo que se nos interponga en el camino.

No es facil ser misionero, pero con esfuerzo, fe y mucho amor a Dios todo es posible.  El camino misionero te cambia la vida por completo. En mi caso fue la mejor decisión que pude tomar en mi vida y de la cual no me arrepiento de haberle dicho sí a mi amigo Jesús. Él fue quien abrió mis ojos, me llenó el corazón de amor y me mandó al campo misionero y acá estoy hoy, intentando hacer su voluntad por amor.

Dios siempre me acompañó durante estas experiencias. Caminos largos y difíciles que me agotaban los pies, no se cómo lo hacía pero sacaba fuerzas y continuaba hasta llegar a los hogares y luego al lugar en donde nos alojábamos. Ni días de lluvia, ni calurosos…. como sea, ahí estábamos dispuestos a anunciar el evangelio. Al momento de la vuelta se hace difícil. Nos cuesta dejar ese campo misionero que estuvimos pisando y recorriendo por cuatro o cinco días.

“Los chicos aún están respondiendo al llamado de nuestro amigo Jesús”

Gastón, uno de los coordinadores del grupo, contó también su experiencia:

 ¡Nuestro amigo Jesús se hizo presente en todo momento! En cada uno de los corazones de los chicos, se notó que las cosas iban cambiando al pasar los días, siempre llevando la Palabra a cada casa. La gente no quería que nos fuéramos, nos encariñamos con la gente de ahí.

El grupo aprendió la importancia del Santísimo, el significado de Jesús sacramentado era algo que en mayoría los chicos no sabían.. en cada momento de oración ellos podían sentir la presencia del Señor en sus corazones, ellos mismos los testimoniaron.

En conclusión, Dios padre hizo que las cosas, los objetivos, y la misión se cumpla y supere las expectativas.  Estoy agradecido eternamente, hoy seguimos haciendo cosas en nuestro propio pueblo, misionando, incluyendo más jóvenes al grupo, reuniéndonos, visitar casa, hacer encuentros para niños… Son cosas que no dejamos de hacer gracias a Dios porque los chicos aún están respondiendo al llamado de nuestro amigo Jesús.