Querido San José, ante vos vengo para implorar tu ayuda y protección. Enséñame a ser una misionera a ejemplo tuyo, a no ambicionar los primeros puestos, a no querer hacer mi voluntad sino la del Padre, a no desanimarme en el anuncio de la Buena Noticia.
Querido San José, enséñame con tu paciencia y tu cariño a saber confiar en la Bondad de Dios para ser una misionera dispuesta, humilde y alegre. Quiero abrigar en mi alma las virtudes que abrigaste en la tuya, implora por mí ante tu Jesús, el Hijo de tu corazón.
Querido San José, enséñame a ser testigo del Evangelio, de las maravillas de Dios. Deseo ser instrumento del amor de Dios para todas las personas que me fueron confiadas en la misión, que mi vida –al igual que la tuya, querido José- sea signo de profecía, esperanza y amor.
Intercede por mi querido San José, para que cada día como bautizada experimente el envío misionero de ir a todas las naciones a Anunciar la Buena Noticia de Jesús.
Amén
Carolina Lizárraga