«”…antes de que Abrahám existiera, yo soy”. Entonces tomaron piedras para tirárselas» (Jn 8,59).
Moisés creyó: «”¿Qué les responderé si me preguntan cuál es su nombre?”. Dios le dijo a Moisés “Yo soy el que soy”» (Éx 3,14).
En el templo, ahora, los judíos juzgan y quieren lapidar la blasfemia. ¡Quieren esconder el Ser eterno bajo piedras de justicia humana!
Juzgan y no ven más que a un hombre, la divinidad se les oculta. Lo eterno es un escándalo que desordena sus muy estructurados preceptos. ¿Dónde quedó la mirada desnuda de Moisés?
«Antes de que Abrahán existiera, yo soy». Es el tiempo de Dios. No «los tiempos de Dios» para nosotros, para nuestros procesos. Pasado, presente y futuro están juntos. En la eternidad, Es.
Levantaron las piedrascuando dijo:«Yo Soy».
Es el tiempo divino…El tiempo sin tiempoeseque no comprenderán…
«Yo Soy.Tambiénhumano,en esta carne,que miran.Me miranpero no venque Soy…».