Querido Dios, hacenos constructores de paz

lunes, 22 de junio de

Querido Dios, Uno y Trino, de generación en generación, a lo largo y a lo ancho de nuestro mundo, miles de personas han invocado tu Nombre y no han quedado defraudados ante el clamor de sus corazones. Varones y mujeres. Niños, adolescentes, jóvenes, adultos y ancianos.

Concédenos experimentar en cada amanecer la esperanza que un mundo mejor es posible, y que al llegar la noche podamos elevar nuestros pensamientos y nuestra voz para agradecerte todas las bendiciones y gracias que nos otorgaste a lo largo del día, si no hemos podido percibir todo lo bueno que gratuitamente nos regalaste; haz encender la llama de la fe en nuestro interior, no dejes que la tristeza y la desesperanza vaya ocupando espacio en nuestras vidas.

Alumbra los corazones de cada persona, para que con muchos o pocos esfuerzos forjemos la paz. Aquella paz que no excluye a nadie, ni por su condición de vida, raza, cultura, nación, sexo, creencias religiosas y políticas. Que la paz que tanto añoramos se haga realidad en nuestras vidas.

Querido Dios, ilumina nuestras vidas con Tu Presencia Santificadora, haznos capaces de abrazar la vida en todas sus formas. Que Tu Palabra vaya abriendo a nuestros pasos la luz de la unidad y la fraternidad. Que Tu Obra creadora siga animando y fortaleciendo el compromiso del cuidado con nuestra Casa Común.

Que a lo largo y a lo ancho de nuestro mundo, todos juntos, podamos unir nuestras manos y nuestras voces para comunicar llenos de gozo la Buena Noticia de estar felices, porque al fin, la paz es una realidad.

Dios Uno y Trino, haz crecer en nuestro interior, el anhelo que movía a San Francisco de Asís, haz que cada día podamos ser instrumentos de Tu Paz.

Amén.

Carolina Lizárraga, SSpS