El joven que construyó el relicario de los mártires riojanos

miércoles, 14 de agosto de

En abril del 2019 fue la Beatificación de los mártires riojanos en el Parque de la ciudad, en La Rioja. A Francisco, un joven riojano diseñador de 20 años, se le confió la confección de los relicarios que portarían pequeños fragmentos del cuerpo de los nuevos beatos. Él mismo nos cuenta su historia:

 

Soy Francisco Hilal, vivo en ciudad de La Rioja y tengo 20 años. Actualmente estoy estudiando Arquitectura, y bueno aparte siempre me dediqué en mintiempo libre al dibujo y a la música.

Yo ya era amigo del Padre Pablo Delgado, que lo conocí cuando era seminarista. Como yo tenía un Instagram donde subía dibujos, el se enteró de lo que yo hacía y me ofreció primero dibujar lo que sería el Escudo de monseñor Angelelli, ya que no existían casi dibujos, salvo un par de pinturas y una figura de yeso creo, colgada en la Catedral de La Rioja. A partir de esta figura yo me guié para hacer el dibujo respetando los colores y los símbolos que en éste aparecían. Después lo fuimos viendo con el padre Pablo y le fuimos retocando un poco para que quede lo mejor posible y el mensaje que quería transmitir se entienda.

Este trabajo como que les generó confianza en lo que yo hacía, por eso tiempo después me volvieron a hablar para diseñar los relicarios. Como yo estudio arquitectura más o menos manejo lo que son los conceptos del diseño.

Pablo me dijo más o menos lo que buscaban y yo le diseñé varios relicarios en bocetos para que él elija. Nos basamos más que nada en las biografías y en el amor que tenían los mártires por la Rioja y la evangelización! Por eso es que un diseño está inspirado en un cardo típico de la zona, y otro es similar a una custodia pero con toques aborígenes. Al final me seleccionaron esos dos y yo les di dimensiones y medidas que luego fueron enviadas a un Orfebre en Buenos Aires.

Lo que me generó fueron cosas muy fuertes, osea yo entendía que estaba trabajando con un tema muy importante, que tenía que ser delicado y respetuoso. Acepté el desafío porque sentía que podía hacerlo, además estuve bien acompañado por el padre Pablo y algunos de sus ayudantes desde la diócesis. Era la primera vez que hacía algo así y la verdad que no sabía como iba a terminar, pero me tenía fe! Además que lo veía como un servicio. A recomendación de Pablo, yo siempre rezaba antes de ponerme a trabajar, eso me dio seguridad.

¡Estoy muy contento con el resultado y de cómo quedaron los relicarios!