Sucede en la vida del cristiano que la temperatura del corazón va descendiendo, y quizás nos tome por sorpresa así sin abrigarnos, no por distraídos, sino sencillamente porque en la vida interior también se puede uno agarrar un catarro, una gripe e incluso quedar en cama… ¿de que estoy hablando? De aquellos procesos interiores, y hasta emocionales que nos dejan con un dejo de sequedad, de frío, de un aparente sinsentido.
Es imperante volver a retomar las riendas, pero la clave esta en hacerlo En Su Amor. En estos momentos es importante destacar un par de cuestiones: Saber que la voluntad puede estar algo dañada.
Es entonces donde debemos ser astutos y al realizar nuestra oración, poder realizar gestos concretos que nos ayuden a “caer en la cuenta” de que ESE momento estas en una disposición muy distinta a otros momentos… es decir, anímate a RESIGNIFICAR LOS ESPACIOS Y MOMENTOS. ¿Cómo? Y bueno… eso es sencillo y variado, quizás te sirva separando un espacio privilegiado, encender una velita, acomodar la palabra en un espacio singular, etc… haciendo Eco de lo que Dios le dijo a Moisés en su encuentro:
“Yavé vio que Moisés se acercaba para mirar; Dios lo llamó de en medio de la zarza: «¡Moisés, Moisés!», y él respondió: «Aquí estoy.»Yavé le dijo: «No te acerques más. Sácate tus sandalias porque el lugar que pisas es tierra sagrada.»”
(Exodo 3, 4-5)
¡Quítate las sandalias para resignificar ese espacio y saberlo Tierra Santa!
Y si la prisa te aborda, por cuestiones que no puedes evitar, es necesario que comprendas también que a Moisés, Dios, lo agarró en las labores cotidianas. Entonces ¿cómo lograr hacer “Tierra Santa” en ese espacio donde me encuentro?
Vuelvo a repetirte que las estrategias son variadas, pero puedo compartirte que la mía es llevar siempre a cada segundo conmigo un Denario en mi mano y acariciar cada una de las cuentas del mismo repitiendo: “soy completamente tuyo, María”, por cada una de las situaciones que vivo como también por cada una de las personas que cruzo en mi cotidiano. Y déjame decirte que cuando manejas, al menos aquí en mi provincia, es un reto de Amor impresionante!
Y así, las más descabelladas y variadas maneras de “Sacralizar” el momento y el espacio aún en las situaciones más adversas… El aroma a Rosas, Violetas, Nardo o Incienso luego de esos momentos han sido el aliciente que impulsa a desafiarme a cada día mas y más, y aunque no sienta dichas fragancias, saber que igualmente es un desafío de Amor.
Te dejo un salmo para esos momentos cuando te despiertas y arrancas el día con un mate, o te, o café… anímate a despertarte al menos veinte minutos antes, así te das el tiempo de leerlo y meditarlo de manera orante.
En busca de un proyecto de vida
Es el momento, Señor, de orientar mi vida;
Es la hora de dar rumbo a mi existencia;
Estoy a punto para descubrir un nuevo camino;
No me sirve, Señor, el vivir en eterna encrucijada.
Estoy ante ti abierta como la playa al mar.;
Estoy en busca de tus pasos, de tus huellas.
Quiero dejar atrás mis caminos y entrar por “tus caminos”
Quiero decir sí al plan de Dios para los sueños de mi vida.
Aquí estoy Señor, y te digo sin rodeos:
Señor, ¿qué quieres que haga?
Aquí estoy Señor, como Samuel en la noche
y te digo: “habla, que tu siervo te escucha”.
Aquí estoy Señor, como María cuando era joven
Y te dijo: “He aquí la esclava, que se haga según tu palabra”.
Aquí estoy Señor, con un corazón disponible como el tuyo
y te digo: “Quiero hacer tu voluntad”
Señor, ¿qué quieres de mí? ¿Qué me pides?
Señor, ¿cuál es el plan del Padre para mi vida?
Señor, ¿cuál es el proyecto que quieres que realice?
Señor, ¿a qué me llamas? ¿por donde quieres que camine?
Señor, ¿cómo estar segura de tus caminos en mi vida?
Señor, ¿cómo se yo que es eso lo que deseas de mi y no otra cosa?
Señor, ¿seré capaz de ser fiel a la llamada que me haces?
Señor, ¿y si me equivoco y tengo que volver atrás?
Señor, ¿cómo comprometerme si no estoy plenamente segura?
Preguntas, Señor, siempre preguntas. ¿Cuándo saldré de la duda?
Yo quiero tener claro cada paso del camino.
Yo quiero tener mis seguridades y tengo miedo a lo imprevisible.
Si no me animo a arriesgar: ¿Estoy disponible para ti?
Quiero, Señor Jesús, salir de esta confusión en que vivo.
Quiero, Señor Jesús, escucharte y dar respuesta a tu llamada.
Quiero, Señor Jesús, quedarme libre para seguirte.
Quiero, Señor Jesús, arriesgar mi camino con el tuyo.
Quiero, Señor Jesús, dejar mis miedos, dar paso a mi fe de joven.
Quiero, Señor Jesús, fiarme de tu plan porque me amas.
Yo sé que me has mirado, que has puesto tus ojos en mí.
Yo sé que me quieres para ser servidora de tu Reino.
Yo sé que me das la fuerza de tu Espíritu para ser enviada.
Yo sé que es posible realizar tu plan y ser feliz.
Señor, quiero hacer de tu Persona y Evangelio,
El proyecto de vida que dé sentido a mi existencia.
Aquí me tienes, Señor, para hacer tu voluntad.
¿Y vos? ¿Cuales son tus “Estrategias Cotidianas”?
¡ESFUÉRZATE Y SE VALIENTE! (Josue 1, 9)
(palabras de Dios Exclusivamente para ti!!!)