Al bajar del monte, los discípulos preguntaron a Jesús: “¿Por qué dicen los escribas que primero debe venir Elías?”. El respondió: “Sí, Elías debe venir a poner en orden todas las cosas; pero les aseguro que Elías ya ha venido, y no lo han reconocido, sino que hicieron con él lo que quisieron. Y también harán padecer al Hijo del hombre”. Los discípulos comprendieron entonces que Jesús se refería a Juan el Bautista.
“Elías ha venido y no lo reconocieron”. Que triste la verdad cuando dejamos pasar de lado los detalles, la precencia, los signos de Dios que pasan por nuestra vidas. Dios está pero no lo recogemos, estamos tan distraídos, estamos desencantados. La vida y mensaje de Juan el Bautista paso desapercibido en la vida de tantas personas, hicieron caso omiso al mensaje de conversación. ¿Nosotros dejamos pasar los signos de Dios en nuestras vidas? ¿Cómo estamos viviendo este tiempo de Adviento? ¿Nos estamos preparando para el encuentro con el Señor que viene? ¿Que actitudes tenemos que cambiar para bien?
Recordemos las palabras que rezamos en el Prefacio de Adviento II dónde nos predispone a estar atentos a la precencia de Dios en nuestras vidas:
“El Señor, el mismo que viene ahora a nuestro encuentro en cada hombre y en cada acontecimiento, para que lo recibamos en la fe y para que demos testimonio por el amor, de la espera dichosa de su reino”.
El Señor vientre en cada detalle en nuestras vidas, estemos atentos para abrazarlo en nuestras vidas.