Sábado 13 de Abril del 2019 – Evangelio según San Juan 11,45-56

viernes, 12 de abril de
image_pdfimage_print

Al ver lo que hizo Jesús, muchos de los judíos que habían ido a casa de María creyeron en él. Pero otros fueron a ver a los fariseos y les contaron lo que Jesús había hecho. Los sumos sacerdotes y los fariseos convocaron un Consejo y dijeron: “¿Qué hacemos? Porque este hombre realiza muchos signos. Si lo dejamos seguir así, todos creerán en él, y los romanos vendrán y destruirán nuestro Lugar santo y nuestra nación”.

Uno de ellos, llamado Caifás, que era Sumo Sacerdote ese año, les dijo: “Ustedes no comprenden nada. ¿No les parece preferible que un solo hombre muera por el pueblo y no que perezca la nación entera?”.

No dijo eso por sí mismo, sino que profetizó como Sumo Sacerdote que Jesús iba a morir por la nación, y no solamente por la nación, sino también para congregar en la unidad a los hijos de Dios que estaban dispersos.

A partir de ese día, resolvieron que debían matar a Jesús. Por eso él no se mostraba más en público entre los judíos, sino que fue a una región próxima al desierto, a una ciudad llamada Efraím, y allí permaneció con sus discípulos.

Como se acercaba la Pascua de los judíos, mucha gente de la región había subido a Jerusalén para purificarse.

Buscaban a Jesús y se decían unos a otros en el Templo: “¿Qué les parece, vendrá a la fiesta o no?”.

 

Palabra de Dios

 


P. Gustavo Gatto sacerdote de la Diócesis de Villa María

 

Ya llegamos a la víspera del domingo de ramos, donde entramos en la Semana Santa, en la celebración central de la fe, de la pasión muerte y resurrección de Jesús. El evangelio de hoy nos muestra la cima de la tensión entre Jesús y los Fariseos , Saduceos Escrivas que cerrando el corazón a la visita de Dios deciden darle muerte a Jugar.

La Semana Santa nos pone a nosotros frente a la decisión de abrir o cerrar el corazón, de darle vida a la posibilidad de que Dios viva en nosotros por su gracia o de cerrar, de matar la posibilidad de la vida de Dios en nosotros.

La Semana Santa no es para ser espectadores, sino para ser actores. Es para tomar una decisión, es para descubrir que Dios no viene a a quitarnos nada, que Dios no viene a quitarnos nuestra estabilidad de nuestro ser sino que al contrario. Dándole vida, dándole lugar a dios nuestro corazón con su vida nosotros seremos verdaderamente felices, verdaderamente nosotros. Te deseo en Semana Santa una entrada a corazón abierto.

¡Que tengas un hermoso fin de semana!