Sábado 14 de Noviembre de 2020 – Evangelio según San Lucas 18,1-8

miércoles, 11 de noviembre de
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Jesús enseñó con una parábola que era necesario orar siempre sin desanimarse: “En una ciudad había un juez que no temía a Dios ni le importaban los hombres; y en la misma ciudad vivía una viuda que recurría a él, diciéndole: ‘Te ruego que me hagas justicia contra mi adversario’. Durante mucho tiempo el juez se negó, pero después dijo: ‘Yo no temo a Dios ni me importan los hombres, pero como esta viuda me molesta, le haré justicia para que no venga continuamente a fastidiarme'”. Y el Señor dijo: “Oigan lo que dijo este juez injusto. Y Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos, que claman a él día y noche, aunque los haga esperar? Les aseguro que en un abrir y cerrar de ojos les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará fe sobre la tierra?”.

Palabra de Dios

Padre Gustavo Gatto sacerdote de la Diócesis de Villa María

La enseñanza del Evangelio de hoy hace referencia a la oración. Jesús nos enseña que es necesario rezar sin desfallecer, que nuestra oración sea confiada y constante.

Una oración confiada que sabe que Dios escucha, que nos ama y que no es como este juez que no escucha ni soporta a la viuda. Dios nos ama verdaderamente.

Solo el deseo hace posible ser constante en la oración, tener un deseo de Dios y de las cosas de Dios.