Sábado 16 de Noviembre del 2019 – Evangelio según San Lucas 18,1-8

jueves, 14 de noviembre de
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Jesús enseñó con una parábola que era necesario orar siempre sin desanimarse: “En una ciudad había un juez que no temía a Dios ni le importaban los hombres; y en la misma ciudad vivía una viuda que recurría a él, diciéndole: ‘Te ruego que me hagas justicia contra mi adversario’.

Durante mucho tiempo el juez se negó, pero después dijo: ‘Yo no temo a Dios ni me importan los hombres, pero como esta viuda me molesta, le haré justicia para que no venga continuamente a fastidiarme'”.

Y el Señor dijo: “Oigan lo que dijo este juez injusto. Y Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos, que claman a él día y noche, aunque los haga esperar? Les aseguro que en un abrir y cerrar de ojos les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará fe sobre la tierra?”.

 

 

Palabra de Dios


P. Gustavo Gatto sacerdote de la Diócesis de Villa María

 

El evangelio de Lucas, hoy nos presenta la parábola de: “la viuda insistente”. Es el mismo evangelista Lucas, que nos dice el objetivo de la parábola. ¿Por qué Jesús nos enseña así? Porque es necesario rezar siempre, sin cansarse, sin desanimarse.

Y el relato termina con una pregunta: ¿cuando venga el hijo del hombre encontrará fe sobre la tierra? Una de las cosas, las dimensiones esenciales de la vida de fe es la perseverancia, es la confianza perseverante, en este Dios que no nos abandona. Y la oración confiada es una expresión de esta confianza perseverante en el Dios que está presente. Nosotros sabemos en la fe que Dios no nos abandona. Rezamos con confianza, sin cansarnos, sin desanimarnos. ¡Que tengas un hermoso fin de semana!