Dijo Jesús a sus discípulos: Nadie puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y amará al otro, o bien, se interesará por el primero y menospreciará al segundo. No se puede servir a Dios y al Dinero. Por eso les digo: No se inquieten por su vida, pensando qué van a comer, ni por su cuerpo, pensando con qué se van a vestir. ¿No vale acaso más la vida que la comida y el cuerpo más que el vestido? Miren los pájaros del cielo: ellos no siembran ni cosechan, ni acumulan en graneros, y sin embargo, el Padre que está en el cielo los alimenta. ¿No valen ustedes acaso más que ellos? ¿Quién de ustedes, por mucho que se inquiete, puede añadir un solo instante al tiempo de su vida? ¿Y por qué se inquietan por el vestido? Miren los lirios del campo, cómo van creciendo sin fatigarse ni tejer. Yo les aseguro que ni Salomón, en el esplendor de su gloria, se vistió como uno de ellos. Si Dios viste así la hierba de los campos, que hoy existe y mañana será echada al fuego, ¡cuánto más hará por ustedes, hombres de poca fe! No se inquieten entonces, diciendo: ‘¿Qué comeremos, qué beberemos, o con qué nos vestiremos?’. Son los paganos los que van detrás de estas cosas. El Padre que está en el cielo sabe bien que ustedes las necesitan.Busquen primero el Reino y su justicia, y todo lo demás se les dará por añadidura. No se inquieten por el día de mañana; el mañana se inquietará por sí mismo. A cada día le basta su aflicción.
Unas de las frases más lindas que escuchamos en este día en el Evangelio es esta: Su Madre conservaba todo esto en su corazón. Así como ayer viernes celebramos al Sagrado Corazón de Jesús, hoy celebramos al Inmaculado Corazón de María. Hoy es también un día para consagrar nuestros corazones al Corazón de María. Pedirle a la Virgencita en este día que cuide de nuestros corazones porque el corazón es la parte más importante de nosotros. El corazón es el centro de todo, ahí depositamos nosotros todas nuestras cosas sagradas, ahí está todo lo que amamos en la vida. En el corazón tomamos las decisiones más importantes, guardamos los sentimientos y los afectos. En el corazón están nuestros sueños y deseos, todo lo que anhelamos. En el corazón habita Dios, desde el corazón nos habla, desde el corazón Dios quiere tener una relación íntima con cada uno de nosotros. Por eso es muy importante que entreguemos nuestro corazón a María para que lo cuide.
Le pedimos en este día a Mama María que nos ayude a cuidar nuestro corazón, a conservar como ella todas las cosas que Dios nos da. Le confiamos nuestras vidas y corazones al Inmaculado corazón de María.
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