En aquel momento los discípulos se acercaron a Jesús para preguntarle: “¿Quién es el más grande en el Reino de los Cielos?”. Jesús llamó a un niño, lo puso en medio de ellos y dijo: “Les aseguro que si ustedes no cambian o no se hacen como niños, no entrarán en el Reino de los Cielos. Por lo tanto, el que se haga pequeño como este niño, será el más grande en el Reino de los Cielos. El que recibe a uno de estos pequeños en mi Nombre, me recibe a mí mismo. Cuídense de despreciar a cualquiera de estos pequeños, porque les aseguro que sus ángeles en el cielo están constantemente en presencia de mi Padre celestial.”
Hoy celebramos el dia de los Ángeles Custodios o Angelitos de la Guarda. El Evangelio nos propone la actitud de los Niños para acoger este misterio. Esta fiesta nos ayuda a afianzar más la certeza de que el amor de Dios es real y que nos guarda y protege día a día, a través de los Ángeles Custodios. Cada uno de nosotros tenemos un Ángel de la Guarda. Por eso tenemos que aprender a confiarnos al cuidado de ella. No hay que poner resistencias a las creencias en los Angelitos de la guarda, por eso el Evangelio nos alienta a ser como Niños, para asimilar más fácilmente esta verdad de fe.
¿Por qué no nos acordarnos siempre de nuestros angelitos? ¿podríamos volver a rezarle diariamente a ellos para que nos cuiden durante el día? Que linda la oración que nos enseñaron cuando éramos chicos y que podríamos volver a rezarlo siempre: “Ángel de la Guarda, mi dulce compañía, no me desampares ni de noche, ni de dia. Llévame siempre a los brazos de Jesús, José y María”. Amen. Que los Ángeles custodios siempre los cuide.