Jesús dijo a la multitud y a sus discípulos: “Los escribas y fariseos ocupan la cátedra de Moisés; ustedes hagan y cumplan todo lo que ellos les digan, pero no se guíen por sus obras, porque no hacen lo que dicen. Atan pesadas cargas y las ponen sobre los hombros de los demás, mientras que ellos no quieren moverlas ni siquiera con el dedo. Todo lo hacen para que los vean: agrandan las filacterias y alargan los flecos de sus mantos; les gusta ocupar los primeros puestos en los banquetes y los primeros asientos en las sinagogas, ser saludados en las plazas y oírse llamar ‘mi maestro’ por la gente. En cuanto a ustedes, no se hagan llamar ‘maestro’, porque no tienen más que un Maestro y todos ustedes son hermanos. A nadie en el mundo llamen ‘padre’, porque no tienen sino uno, el Padre celestial. No se dejen llamar tampoco ‘doctores’, porque sólo tienen un Doctor, que es el Mesías. Que el más grande de entre ustedes se haga servidor de los otros, porque el que se ensalza será humillado, y el que se humilla será ensalzado”.
“El mayor entre ustedes será el que los sirve, porque el que se eleva será humillado, y el que se humilla será elevado”. Así termina el Evangelio que meditamos el día de hoy haciendo referencia a qué no debemos compartarnos como se comportan los escribas y fariseos que con sus actitudes pseudos religiosas dejan mucho que desear. “No sé guíen por sus obras pues no hacen lo que dicen”. Nuestro modelo a seguir es el mismo Jesús, que siendo grande se hizo pequeño, que siendo Rey se hizo servidor de todos. Por eso quienes siguen a Jesús deben ser como él. No buscar la propia gloria sino el servir con humildad. Cuando obremos lo hagamos con un corazón humilde y no para querer mostrarnos o exhibirnos.
Jesús nos advierte de este peligro que muchas veces desvían del verdadero objetivo y sólo es fuente de discordia. Muchas veces tener actitudes subidas de ego no hacen bien a las comunidades ni grupos, tarde o temprano la fragmentan o dividen. Muchos de los problemas que tienen nuestras comunidades nacen del egosentrismo, algo de lo que urgentemente hoy en día tenemos que resolver. Y para eso tendremos que poner nuestras miradas en Jesús humilde y servidor de todos, seguir con sus enseñanzas.
Estaría muy bueno meditar el Evangelio de hoy en nuestros grupos y preguntarnos cómo son nuestras formas de trabajo, si seguimos lo que nos enseña Jesús, que tenemos que cambiar, buscar la forma de ser como Jesús quiere que seamos: fieles servidores del Reino.