Dijo Jesús a sus discípulos:
Nadie puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y amará al otro, o bien, se interesará por el primero y menospreciará al segundo. No se puede servir a Dios y al Dinero.
Por eso les digo: No se inquieten por su vida, pensando qué van a comer, ni por su cuerpo, pensando con qué se van a vestir. ¿No vale acaso más la vida que la comida y el cuerpo más que el vestido?
Miren los pájaros del cielo: ellos no siembran ni cosechan, ni acumulan en graneros, y sin embargo, el Padre que está en el cielo los alimenta. ¿No valen ustedes acaso más que ellos?
¿Quién de ustedes, por mucho que se inquiete, puede añadir un solo instante al tiempo de su vida? ¿Y por qué se inquietan por el vestido? Miren los lirios del campo, cómo van creciendo sin fatigarse ni tejer.
Yo les aseguro que ni Salomón, en el esplendor de su gloria, se vistió como uno de ellos.
Si Dios viste así la hierba de los campos, que hoy existe y mañana será echada al fuego, ¡cuánto más hará por ustedes, hombres de poca fe! No se inquieten entonces, diciendo: ‘¿Qué comeremos, qué beberemos, o con qué nos vestiremos?’. Son los paganos los que van detrás de estas cosas. El Padre que está en el cielo sabe bien que ustedes las necesitan. Busquen primero el Reino y su justicia, y todo lo demás se les dará por añadidura. No se inquieten por el día de mañana; el mañana se inquietará por sí mismo. A cada día le basta su aflicción.
En el evangelio de Mateo nos encontramos con un pasaje que nos desafía y nos invita a confiar en la providencia de Dios. Este Dios que no descuida la vida de los pájaros, de los lirios y que tampoco descuida la vi vida de sus hijos amados, que somos nosotros.
Este evangelio , nos invita a revisar en el corazón, cuales son nuestras preocupaciones, que es aquello que preocupa nuestro corazón, que mueve nuestro corazón y nos invita a poner los criterios del reino como la preocupación central de nuestra vida.
Lo que debe motivar nuestra vida, lo que nos debe preocupar y ocupar es el reino de Dios, su justicia y todo lo demás se nos dará por añadidura.
Una hermosa invitación a confiar en las manos amorosas y providente de Dios.
Que tengas un hermoso fin de semana.
Podcast: Reproducir en una nueva ventana | Descargar