Sábado 27 de Febrero del 2021 – Evangelio según San Mateo 5,43-48

jueves, 25 de febrero de
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Jesús dijo a sus discípulos: Ustedes han oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo. Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, rueguen por sus perseguidores; así serán hijos del Padre que está en el cielo, porque él hace salir el sol sobre malos y buenos y hace caer la lluvia sobre justos e injustos.

Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa merecen? ¿No hacen lo mismo los publicanos? Y si saludan solamente a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen lo mismo los paganos? Por lo tanto, sean perfectos como es perfecto el Padre que está en el cielo.

 

Palabra de Dios

Padre David Pintos sacerdote de la Diócesis de San Ramón de la Nueva Orán

Nadie da lo que no tiene, nadie puede exigir algo sino lo vive. En el Evangelio de hoy Jesús nos exige algo, nos pide algo muy importante “amen a sus enemigos, rueguen por sus perseguidores”. Que fuerte lo que nos está pidiendo. Realmente cuando si no vivimos la vida en comunión con Dios nunca podremos comprender y nunca podremos poner en práctica sus enseñanzas. Si el Evangelio no echa raíces profundas en el corazón no podremos cumplir con lo que quiere Jesús.

¿Cuál será el motivo por el que Jesús nos exige algo grande? Primero para que seamos hijos del Padre que está en el Cielo. Y también porque Dios es bueno, la bondad es su esencia. Tanto que a nadie priva sus bendiciones como nos dice el Evangelio “hace salir el sol sobre malos y buenos y hace caer la lluvia sobre justos e injustos”. Cuando nosotros en vez de odiar, amamos estamos imitando y participando de la bondad universal de Dios, pasamos a entrar en una relación más profunda y especial con él.

Hay muchos cristianos a lo largo de la historia que echaron raíces profundas del Evangelio de Jesús y pudieron comprender y poner en practica la exigencia más radical que brota del corazón bondadoso de Jesús que es el perdón a los enemigos. Y gracias al gran acto de misericordia que pudieron tener pasaron a formar parte de la relación más íntima que uno puede tener con Dios, el ser sus hijos.

La gran enseñanza que nos deja Jesús hoy en el Evangelio es imitar el proceder del Padre, es un estilo de vida que debemos practicar e imitar de ahora en adelante.

Que Jesús nos de su gracia de poder cumplir con lo que nos pide y amemos de corazón a todos.