Sábado 4 de Mayo del 2019 – Evangelio según San Juan 6,16-21

viernes, 3 de mayo de
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Al atardecer, sus discípulos bajaron a la orilla del mar y se embarcaron, para dirigirse a Cafarnaún, que está en la otra orilla. Ya era de noche y Jesús aún no se había reunido con ellos.

El mar estaba agitado, porque soplaba un fuerte viento. Cuando habían remado unos cinco kilómetros, vieron a Jesús acercarse a la barca caminando sobre el agua, y tuvieron miedo.

El les dijo: “Soy yo, no teman”. Ellos quisieron subirlo a la barca, pero esta tocó tierra en seguida en el lugar adonde iban.

 

Palabra de Dios

 

P. Gustavo Gatto sacerdote de la Diócesis de Villa María

 

Hoy nos encontramos con el relato evangélico de Jesús que camina sobre las aguas, ante los apóstoles que se encuentran navegando en dificultad. Se hace de noche, el viento sopla y el mar se pone bravo. Digamos, ante el temor de los apóstoles, Jesús aparece calmando el mar, aparece caminando sobre el mar y trayendo otra vez la paz y la calma.

Sabemos que uno de los significados bíblicos del mar, es simbolizar el mal, lo desconocido, aquel terreno en el que tenemos incertidumbre. Precisamente en el tiempo Pascual, profundizamos esta hermosa verdad de salvación para nuestra vida. Cuando aparece, cuando dejamos que Jesús esté en nuestra vida, el mar se calma, es decir, el Señor nos trae una capacidad de enfrentar las situaciones difíciles, una capacidad de ver las cosas con otros ojos.

Confiemos en la presencia de Jesús resucitado en medio nuestro. Que tengas un hermoso fin de semana.