Evangelio Mateo 1,18-24
El Evangelio de hoy nos ayuda a reflexionar sobre el saber afrontar las dificultades, los desafíos con entereza. Según leemos, San José, frente al desconcierto de la concepción de la Virgen María, decide “abandonarla” en secreto.
Cuántas veces, muchos de nosotros, frente a situaciones que nos generan confusión nuestra reacción es abandonar todo. Desde una receta que no me salió la primera vez, una entrevista de trabajo en la que no me fue como esperaba, en una actuación, en una relación, etc. Vamos postergando, abandonando porque no “salió como esperábamos”.
Lejos de hacer una comparación banal, entre los ejemplos dados y la actitud de San José, ya que no hay comparaciones posibles; sí me parece importante destacar este punto. El temor, nos lleva por momentos a querer abandonar todo, como le sucedió a San José. Escuchamos en el texto que intervino un ángel para ayudarle a José para que comprendiese que lo vivido en la Virgen María, era obra de Dios.Dejarse llevar por el temor, es permitirnos empezar a paralizarnos por dentro a permanecer en un “sueño profundo” en donde las creencias que nos limitan llevan la delantera o las riendas de nuestras decisiones.Hoy, San José, nos enseña que debemos “despertar”, que no debemos absolutizar las malas experiencias vividas pensando que siempre será o nos irá de esa manera ya que tenemos la oportunidad de “elegir algo mejor, de despertar del letargo” en el que podemos estar sumergidos.
Cuando optamos por esos nuevos caminos; estamos aceptando la vida, empezamos a nacer a una nueva versión en cada uno. En esta nuevo inicio, si tenemos a María como compañera, si la “llevamos a nuestra casa” como hizo San José, podremos vivir una fe más adulta, más pura, mejorarán nuestras relaciones, porque ya no nos moveremos desde el temor, desde el abandono, que muchas veces no es de cosas, sino del abandono de nosotros mismos, de nuestros sueños o proyectos.
El 8 de diciembre de 2020 Francisco publicó Patris corde, una carta apostólica que recoge algunas reflexiones sobre la entrañable figura de San José.
Según el Papa, San José recuerda que todos los que están aparentemente ocultoso en “segunda línea” tienen un protagonismo sin igual en la historia de la salvación ynos presenta a San José como un “hombre que reza, duerme y actúa”. Quepodamos imitar a San José al momento de tomar nuestras decisiones, para queestas vayan encaminadas desde esta perspectiva y no desde el abandono y eltemor.
Hna Débora EvangelinaApóstol del Sagrado Corazón de Jesús