Señor, quiero ayudar en tu hospital de campaña que es la Iglesia; estar atenta y lista con las gasas, para alcanzartelas y que cures las heridas.
Señor, mientras camino me encuentro con mucho dolor, con lastimados recientes, y con otros muy antiguos… Con desesperanza y sin sentidos, parálisis y cegueras. No sé que hacer, pero indicame que quiero ser tu instrumento.
Señor, quiero ayudar en tu hospital de campaña que es la Iglesia, porque también estoy herida, porque también llevo cicatrices, pero sobretodo porque yo también fui sanada y sostenida por tu amor y por la comunidad.
Señor, aunque voy cargando con mi cruz y sigo en curaciones quiero ayudar. No sé que hacer, pero tengo un corazón dispuesto y las manos listas. Te escucho atenta, Señor.
Señor, quiero ayudar en tu hospital de campaña que es la Iglesia.