Empezamos esta semana tan especial, donde conmemoramos a nuestro amigo que nos ama hasta el extremo para darnos vida en abundancia… Teniendo semejante ejemplo de amor, quiero proponerte que esta semana la vivamos dando el primer paso, o tal vez el segundo o el tercero: buscando el diálogo, la cercanía, poniendo un poquito de “las cosas que haría Jesús” en nuestra cotidianeidad. Muriendo a nuestros orgullos, prejuicios, malos tratos. Resucitando en acciones que nos acerquen a Dios que también está en el otro… Transformándolo todo desde el amor.
Pongamos a cargar las pilas del amor, y las usemos en lo cotidiano. Jesús nos llama pero no para que seamos espectadores, sino para ser protagonistas en todo lo que podemos mejorar y brindar de bueno a este mundo siguiendo sus pasos. ¿En qué situaciones Dios te invita a poner amor hasta el extremo? ¿Te animas a dar frutos en esta semana santa?