¿En dónde te espero?
¿y Tú por dónde vienes?
¿Cómo llegas?
Acallo el ruido,
confío
Dejo que tu amor
me envuelva,
te dejo abrazarme
por la espalda,
todo sorpresa y bendición.
Te dejo quererme
y sostenerme en mi debilidad
¿De qué me alimento?
¿Qué sabor dejo en otras vidas?
Quiero ser siempre pan
que se parte,
no permitas que, egoístamente,
me guarde para más tarde.
Enséñame, mi niño en pañales,
a darme
tierna, frágil, doliente, humana,
de tu carne y con tu corazón
enséñame a donarme.