Sorpresa y bendición

domingo, 12 de diciembre de
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¿En dónde te espero?

¿y Tú por dónde vienes?

¿Cómo llegas?

 

Acallo el ruido,

confío

 

Dejo que tu amor

me envuelva,

te dejo abrazarme

por la espalda,

todo sorpresa y bendición.

 

Te dejo quererme

y sostenerme en mi debilidad

 

¿De qué me alimento?

¿Qué sabor dejo en otras vidas?

 

Quiero ser siempre pan

que se parte,

no permitas que, egoístamente,

me guarde para más tarde.

 

Enséñame, mi niño en pañales,

a darme

tierna, frágil, doliente, humana,

de tu carne y con tu corazón

enséñame a donarme.