Enséñame a verte, Señor
en la mano extendida
y silenciosa que implora ayuda
aunque todavía no sepa nombrar su herida
pero que sufre internamente el desamor
Que al verte me compadezca
como lo hiciste Tú
ante cada hermano sufriente
Que sepa frenar
dejar de lado mis planes
y dejar a tu Espíritu obrar en libertad
Toma mi cuerpo para amar
arrodillada ante la humanidad
que sepa besar la mano herida
curar con ternura lo que aún sangra
Cargar con delicadeza
el cuerpo que pesa
montarlo a mi caballo
abrazar el sacrificio
de caminar descalza
que te lleve de la mano
que camine a tu lado
Que no te suelte
aunque la arena queme
y los pies se quejen.