Tu nacer en mí

sábado, 11 de diciembre de
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Era más fácil imaginar otros lugares y otras realidades para encarnar mi santidad que dejarte obrar acá, que darme de lleno por ser toda testigo, toda entrega, toda amor en este hoy con lo que tiene de lucha y de sombra.

Era más fácil imaginar que hacer, huir que esforzarme, justificarme que reconocer mi falta de confianza.

Mi negación ha intentado callar tu Palabra, pero, por suerte, no lo he logrado. Acá estoy, escuchándote decir: es aquí.

En la entrega cotidiana, en la esperanza de cada mañana, en el cansancio acogido con mansedumbre, en la entrega gratuita, en la espera confiada, es aquí tu nacer en mí.