Una mujer admirable: de Rosario, en misión en el Punto Corazón de Chile

martes, 12 de noviembre de
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María recibió dos puñaladas muy grandes: saber de su cáncer y que en ese momento su pareja al enterarse, la haya dejado sola, echándola a la calle cuando más necesitaba de una compañía. Como si todo esto no fuera suficiente, su dinero la mayoría de las veces no alcanza y estuvo mucho tiempo hasta encontrar un lugar justo y digno para vivir con su problema de salud.

Pero María es fe, cruz y misericordia; a pesar de todo lo que hizo su pareja, fue capaz de perdonarlo cuando él estaba pasando una situación difícil. No están juntos, pero su inmensa bondad no le permitió pagar con la misma moneda.

Una vez, estando en el micro cuando la acompañaba a una de sus citas médicas me confesó que todas las noches agradece al Señor un día más de vida y se encomienda en sus manos porque no sabe si al otro día va a despertar. Me emocioné al escuchar estas palabras, quedaron marcadas en mí, es tan admirable esta mujer, que hasta sus médicos la felicitan por la sonrisa que lleva siempre y por no dejarse vencer.

“Un simple acto de amor hace que el alma vuelva a la vida”
San Maximiliano Kolbe