“Con demasiada frecuencia, Señor, damos la espalda a los muchosproblemas del mundo, que parecen demasiado grandes,
demasiado complejos o demasiado lejanos.Perdónanos nuestra indiferencia.
Es más fácil, Señor, ver solamente lo que nos rodea:nuestras vidas, nuestros hogares, nuestros desafíos.Perdónanos nuestro aislamiento.
Ayúdanos a ver con tus ojos:ojos para fijarnos el uno en el otroy para ayudarnos a entender.
Ayúdanos a soñar tu sueño:de comunidades que se acercan y dialogany donde diversas personas cooperan creativamente.
Ayúdanos a ser personas solidarias y de acción,tan conmovidas por la oración, el encuentro y la comprensiónque la paz pueda hacerse realidad.
Amén.
(Extraído del folleto para la Jornada mundial de la paz 2016)