Jesús hizo a sus discípulos esta comparación:”Miren lo que sucede con la higuera o con cualquier otro árbol.Cuando comienza a echar brotes, ustedes se dan cuenta de que se acerca el verano.Así también, cuando vean que suceden todas estas cosas, sepan que el Reino de Dios está cerca.Les aseguro que no pasará esta generación hasta que se cumpla todo esto.El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.”
Comenzamos el mes de diciembre con todo lo que ello significa para nosotros, fin de año, espera de la navidad, de fin de año, pero también, cansancio,termino de algunas actividades, incertidumbres por lo que viene, etc. Viste que hay sentires en lo personal y en lo social que nos condicionan por el cansancio, el temor, por los dites y diretes de la situación social y política. Me parece, no, no se si a vos también te parece, que es un mes hermoso ´pero a la vez complejo, no?
Terminando el año litúrgico, la liturgia no regala este hermoso pasaje del evangelio dónde Jesús habla acerca de sus venida, e irónicamente poniendo el ejemplo de la higuera para mostrar que nos daremos cuenta que su Reino llega, por los signos, que en estos días previos nos trasmitia: dificultades, violencia, persecusión, etc. y en medio de todo esto, aparentemente maligno, se hará presente la presencia de Dios, para hacer justicia, para sostener y salvar.
Hoy termina el evangelio diciendo: “el cielo y la tierra pasarán pero MIS PALABRAS NO PASARÁN” que linda buena noticia, que buena Palabra que viene a sostener y revitalizar nuestro corazón. Dios es siempre Fiel, cumple sus palabra, Él tiene siempre la ultima Palabra y ésta es nuestra certeza y nuestra esperanza, que el siempre tiene el control.
No estamos pensando en el Fin del mundo, si en estar preparados para el encuentro con ÉL, con Jesús y su Reino, creyendo que viene a nuestro encuentro en cada instante, en cada acontecimiento y que está en medio nuestro, invitándonos a ser sus testigos, con la certeza de que su Palabra no Pasará, con la certeza de que Él siempre vence y tiene el control.
Pidamos la gracia de ser en este tiempo, testigos alegres de la esperanza que no defrauda, de Jesús que nunca nos deja sólos, pidamos la capacidad de poder reconocer siempre los signos de su presencia.
Que tengas lindo día, Dios te bendiga.