Jesús dijo a sus discípulos: Les aseguro que si la justicia de ustedes no es superior a la de los escribas y fariseos, no entrarán en el Reino de los Cielos.Ustedes han oído que se dijo a los antepasados: No matarás, y el que mata, debe ser llevado ante el tribunal. Pero yo les digo que todo aquel que se irrita contra su hermano, merece ser condenado por un tribunal. Y todo aquel que lo insulta, merece ser castigado por el Sanedrín. Y el que lo maldice, merece la Gehena de fuego. Por lo tanto, si al presentar tu ofrenda en el altar, te acuerdas de que tu hermano tiene alguna queja contra ti, deja tu ofrenda ante el altar, ve a reconciliarte con tu hermano, y sólo entonces vuelve a presentar tu ofrenda. Trata de llegar en seguida a un acuerdo con tu adversario, mientras vas caminando con él, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al guardia, y te pongan preso. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo.
Seguimos caminando el tiempo de Cuaresma hacia la Pascua del Señor, pascua que nos llena de una vida nueva. Hoy el evangelio de Mateo nos presenta en el sermón de la montaña este plan este camino superados que el Señor nos presenta para nuestra vida, “Antes se dijo, yo ahora les digo” antes se dijo no matar ahora yo les digo que no se trata solamente de matar, de quitarle la vida al otro; sino se trata de cómo manejamos la cólera, cómo nos relacionamos con los demás, de cómo nos damos cuenta del valor sagrado de la persona en nuestros tratos, en nuestras obras.
El modo en que tratamos a los demás está conectado directamente con nuestra religiosidad, con nuestra relación con Dios con nuestra vida cultual; por eso dice el Señor “ si al llevar la ofrenda tienen algo encontra de tu hermano primero ve y reconcíliate con tu hermano”, la cuaresma es un lindo tiempo para la reconciliación.
Necesitamos ese don en nuestros corazones y en el mundo, el mundo necesita reconciliación, Él.
Mundo necesita corazones reconciliados. Que tengas un hermoso día.