Viernes 24 de Mayo del 2019 – Evangelio según San Juan 15,12-17

jueves, 23 de mayo de
image_pdfimage_print

Jesús dijo a sus discípulos:  «Este es mi mandamiento: Amense los unos a los otros, como yo los he amado. No hay amor más grande que dar la vida por los amigos. Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo servidores, porque el servidor ignora lo que hace su señor; yo los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que oí de mi Padre.

No son ustedes los que me eligieron a mí, sino yo el que los elegí a ustedes, y los destiné para que vayan y den fruto, y ese fruto sea duradero. Así todo lo que pidan al Padre en mi Nombre, él se lo concederá. Lo que yo les mando es que se amen los unos a los otros.»

 

 

Palabra del Señor

 


P. Javier Soteras director de Radio María Argentina

 

Entre otras cosas, Jesús dice: “ámense los unos a otros como yo los he amado, no hay amor más grande que dar la vida por los amigos”.

Jesús está presente en medio de la comunidad viva en la fe y en el amor fraterno. Allí se cumple la promesa: “donde estén reunido 2 o 3 en mi nombre, estoy Yo en medio de ellos”. Están todos los discípulos que procuramos hacer suya la existencia de todos los días y vivir la propia vida, escondida en la vida de Cristo, como dice Pablo, en la carta a los Colosenses en el capítulo 3, en el verso 3.

Amadeo Cencini, plantea que el camino a la renovación en la vida comunitaria tiene unos puntos que no podemos dejarlos de observar: Por un lado, nos invita a pasar de la lógica de la observancia a la lógica de la comunión, no buscar sólo hacer el bien, sino, hacer con los hermanos el bien. Aprender y enseñar la comunicación de la fe y la oración, gracias a lo que nos apoyamos mutuamente en el camino.

También en el proceso de la construcción comunitaria nos inspiramos cada vez más en el modelo de la familia, en la modalidad de la convivencia, en la organización interna de la familia, en la relación con el ambiente que nos circunda. Al mismo tiempo, se nos invita a testimoniar y confesar la esperanza y la Fe como un bien ofrecidos a todos y a cada uno. Estos es caminos que el Señor se nos invita a hacer.

Aparece cada vez menos replegada la vida y está más centrada en el misterio de un Dios vivo en medio nuestro. Se recupera el sentido de la hospitalidad y de la acogida para la bienvenida a los que van llegando, en la vida de la comunidad. Se arraiga en la profundidad, la pertenencia a la cultura, asumiendo las provocaciones que llegan del entorno en el que nos encontramos viviendo como comunidad y nos convertimos en cada uno de nosotros en sujeto de formación y animación de la pastoral y servicio pastoral en Jesús de manera permanente. Vivir en comunidad, amándonos unos a otros supone todo esto y ¡mucho más.!  Seguramente en el dia, de este hermoso Viernes de la quinta semana de Pascua el Señor va a inspirar en tu corazón.

Vuelvo sobre el texto original “este es mi mandamiento, ámense los unos a los otros como yo los he amado”. Jesús está invitando a un vínculo de relación con los demás en claves fraterna. Que tengas un hermoso día.