En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Les aseguro que ustedes van a llorar y se van a lamentar; el mundo, en cambio, se alegrará. Ustedes estarán tristes, pero esa tristeza se convertirá en gozo.” La mujer, cuando va a dar a luz, siente angustia porque le llegó la hora; pero cuando nace el niño, se olvida de su dolor, por la alegría que siente al ver que ha venido un hombre al mundo. También ustedes ahora están tristes, pero yo los volveré a ver, y tendrán una alegría que nadie les podrá quitar. Aquél día no me harán más preguntas.”
Que hermosa la promesa de Jesús para guardarla en el corazón, para tenerla presente en este día que comenzamos a transitar. La tristeza de ustedes se convertirá en alegría, motivo de esperanza y de ánimo es la promesa del Señor; aquello que nos oprime el corazón, aquello que nos está muchas veces deteniendo el camino, esa piedra que obstaculiza la vida también será removida en nuestra vida.
Jesucristo que ha vencido a la muerte transforma la tristeza en alegria transforma nuestra desesperanza en un canto vivo de esperanza.
Que tengas un hermoso día.