Viernes 28 de Mayo de 2021 – Evangelio según San Marcos 11,11-26

lunes, 24 de mayo de
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Jesús llegó a Jerusalén y fue al Templo; y después de observarlo todo, como ya era tarde, salió con los Doce hacia Betania. Al día siguiente, cuando salieron de Betania, Jesús sintió hambre. Al divisar de lejos una higuera cubierta de hojas, se acercó para ver si encontraba algún fruto, pero no había más que hojas; porque no era la época de los higos. Dirigiéndose a la higuera, le dijo: “Que nadie más coma de tus frutos”. Y sus discípulos lo oyeron. Cuando llegaron a Jerusalén, Jesús entró en el Templo y comenzó a echar a los que vendían y compraban en él. Derribó las mesas de los cambistas y los puestos de los vendedores de palomas, y prohibió que transportaran cargas por el Templo. Y les enseñaba: “¿Acaso no está escrito: Mi Casa será llamada Casa de oración para todas las naciones? Pero ustedes la han convertido en una cueva de ladrones”. Cuando se enteraron los sumos sacerdotes y los escribas, buscaban la forma de matarlo, porque le tenían miedo, ya que todo el pueblo estaba maravillado de su enseñanza. Al caer la tarde, Jesús y sus discípulos salieron de la ciudad. A la mañana siguiente, al pasar otra vez, vieron que la higuera se había secado de raíz. Pedro, acordándose, dijo a Jesús: “Maestro, la higuera que has maldecido se ha secado”. Jesús le respondió: “Tengan fe en Dios. Porque yo les aseguro que si alguien dice a esta montaña: ‘Retírate de ahí y arrójate al mar’, sin vacilar en su interior, sino creyendo que sucederá lo que dice, lo conseguirá. Por eso les digo: Cuando pidan algo en la oración, crean que ya lo tienen y lo conseguirán.Y cuando ustedes se pongan de pie para orar, si tienen algo en contra de alguien, perdónenlo, y el Padre que está en el cielo les perdonará también sus faltas”. Pero si no perdonan, tampoco el Padre que está en el cielo los perdonará a ustedes.

 

Palabra de Dios

P. Gustavo Gatto sacerdote de la Diócesis de Villa María

 

Queridos amigos estamos transitando el tiempo durante el año, tiempo ordinario que se llama en la liturgia; transitando el Evangelio de Marcos.

Hoy a través de un episodio se nos manifiesta este celo por Jesús, por la casa de su Padre por el templo por este lugar de oracion y se nos hable del valor de la Fe y la Oración.

Sabemos que Jesús resucitado es el templo y que nosotros en Cristo también somos templo del Espíritu Santo.

Sabemos que Dios escucha las Oraciones de sus hijos por eso en este día queremos volver a poner delante de nosotros la oración como una opción de amor, como un espacio de encuentro con Dios donde podemos abrirnos de corazón lo que ya conoce pero es necesario que lo hagamos que son nuestras necesidades más profundas y las necesidades del mundo entero.

La oración es para el cristiano ese acto de gratuidad donde nos encontramos con el amor de Dios confiando enteramente en su acción providente.

Que tengamos un lindo día.