Viernes 8 de Noviembre del 2019 – Evangelio según San Lucas 16,1-8

jueves, 7 de noviembre de
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Jesús decía a sus discípulos: “Había un hombre rico que tenía un administrador, al cual acusaron de malgastar sus bienes. Lo llamó y le dijo: ‘¿Qué es lo que me han contado de ti? Dame cuenta de tu administración, porque ya no ocuparás más ese puesto’.

El administrador pensó entonces: ‘¿Qué voy a hacer ahora que mi señor me quita el cargo? ¿Cavar? No tengo fuerzas. ¿Pedir limosna? Me da vergüenza. ¡Ya sé lo que voy a hacer para que, al dejar el puesto, haya quienes me reciban en su casa!’.

Llamó uno por uno a los deudores de su señor y preguntó al primero: ‘¿Cuánto debes a mi señor?’. ‘Veinte barriles de aceite’, le respondió. El administrador le dijo: ‘Toma tu recibo, siéntate en seguida, y anota diez’.

Después preguntó a otro: ‘Y tú, ¿cuánto debes?’. ‘Cuatrocientos quintales de trigo’, le respondió. El administrador le dijo: ‘Toma tu recibo y anota trescientos’.

Y el señor alabó a este administrador deshonesto, por haber obrado tan hábilmente. Porque los hijos de este mundo son más astutos en su trato con los demás que los hijos de la luz.”

 

 

Palabra de Dios


Padre Gustavo Gatto sacerdote de la Diócesis de Villa María

 

Hola amigos y amigas de Radio María Joven. El evangelio de hoy es un poco extraño porque Jesús para, darnos una enseñanza, usa como ejemplo a una persona mala, con mala actitud. Por eso uno queda desconcertado ¿cómo Jesús puede poner de ejemplo a un administrador que recurre a su astucia para arreglarse de tal modo que la gente la reciba cuando lo despidan porque no quiere volver a trabajar?

Sin duda que Jesús no está apoyando y alabando este hecho de injusticia; el trato con el dinero y con las personas son contrarios a la propuesta del Reino. Lo que Jesús nos dice es que miremos la astucia de este hombre, que en este caso la pone al servicio del mal. Jesús nos alienta a que usemos nuestra astucia para hacer el bien, poner todo de nosotros para hacer el bien. Poner nuestras capacidades para instaurar con el Señor el Reino de Dios entre nosotros.

Nunca nos acomodemos al mundo, a la chatura del “todos lo hacen”, “siempre fue así”, “total quien se va a enterar”. Usemos todos nuestros recursos interiores y exteriores para hacer el bien, poniendo siempre como centro a los demás y no a nosotros mismos.

Que tengas una buena semana.