01/02/2019 – Entre las diferentes actividades que los jóvenes realizan en el verano, el voluntariado es una opción para muchos.
En Santa Rosa de la Pampa, un grupo de chicos del Movimiento Juvenil Diocesano “Escuela de vida, un joven por otro joven”, realizaron una semana de actividades de voluntariado durante enero. “Concretamente el voluntariado lo hacemos donde nos propone el obispo o o donde vemos distintas necesidades”, cuenta la Hna Dulce. “Este año vinimos al Carmelo de Santa Rosa de la Pampa. Las hermanas cumplen 25 años y es toda una fiesta. Vinimos a ayudarles a hermosear un poco la casa” agregó.
Las actividades son bien variadas, e incluyeron parquización, pintado de rejas, limpieza de tanques de agua y pintura.
Rocío, una de las voluntarias, contó que “en lo personal el voluntariado es una de las actividades más lindas de Escuela de vida. Venimos sin recibir nada a cambio y sin saber quiénes son los que están del otro lado esperando que ese lugar quede lindo”.
“Háganlo todos para la gloria de Dios” es el lema que los convoca este año. “Lo hacemos por amor a Dios y por amor al prójimo, por eso nosotros dejamos nuestro tiempo de vacaciones para venir acá”, explica Rocío.
El servicio y la renuncia no se improvisan y los chicos ya vienen preparando el corazón durante todo el año. En las instalaciones del movimiento donde tenemos carpintería, invernaderos, panificación y este año que pasó comenzaron con artesanías. Todo lo que hacen lo venden y lo recaudado va quedando acumulado para la actividad de verano. De este modo, los chicos invierten lo recaudado en la compra de lo materiales que necesitan para ir al lugar al que los envíen.
La religiosa, contó que “este año nos tocó el Carmelo porque hace 25 que están las hermanas en La Pampa, pero años anteriores hemos ido a escuelas rurales, pediatría del hospital público, escuelas parroquiales, mantenimiento de la casa de retiro de la diócesis, etc”.
La comunidad de Carmelitas Descalzas que recibieron a los jóvenes se mostraron agradecidas por el servicio y la vida compartida. En su cuenta de Facebook contaron que “los jóvenes parecían Carmelitas: silenciosos al trabajar y bochincheros en los descanso-recreos (media-mañana y merienda). ¡Cómo nos ayudó esta presencia juvenil a unirnos más al Santo Padre en la Jornada Mundial de la Juventud que se celebró precisamente en estos días!”
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