Vos estabas Jesús,
en las tristezas y en las alegrías,
en el desconsuelo y en las esperanzas.
Vos estabas y estás,
como amigo y compañero,
en el camino, en el barro, en las calles y en los desiertos.
abrazando y amando,
acogiendo a todo aquel que busca tu presencia.
Vos estabas y estás, amigo bueno,
en el camino, en busca de esperanza,
acompañando a quienes nadie acompaña,
escuchando a quien nadie escucha,
embarrando tus pies donde nadie quiere ensuciarse.
Permitime estar también yo,
abrazando, acogiendo, consolando.
Que mis pies se llenen de cayos,
que mi corazón y mis recuerdos de rostros y nombres,
y que mis manos estén siempre dispuestas pero también vacías,
¡Quiero darlo todo!
Pero sobre todo Señor, quiero estar.
En las periferias, partiendo el pan
En la mesa de todos,
en los barrios, donde quizás materialmente no hay mucho,
pero es donde abunda lo sencillo y las ganas de compartir, es donde abunda el amor.
Enséñame a amar y a caminar con el otro,
a acompañar y dejarme acompañar por mis hermanos.
Enséñame a estar, a mirar, a acoger,
enséñame a ser hijo, hermano y amigo de todos.
Julián Nuñez