Cómo no amar la vida que tenemos si es por Dios que hoy existo. Cómo no amarlo si mis ojos contemplan la maravilla más grande “ la familia”. Cómo no amarlo si gracias a su misericordia me llamo hijo. Cómo no amarlo si en el abrazo de mi hermano me está diciendo cuánto me ama. Cómo no amarlo si son sus bendiciones las que llenan mi vida de pureza. Cómo no amarlo si un ¡SÍ! suyo fue el gesto de amor más grande en la humanidad. Cómo no amarlo si todos los días tengo la gracia de contemplar la creación.
Cómo no amarlo si por más que yo le falle Él me ama como el primer día. Cómo no amarlo si aún en el peor momento de mi vida donde doy todo por perdido son sus manos las que me sostienen. Cómo no amarlo si me ha dado ángeles en la tierra llamados amigos. Cómo no amarlo si el más grande de todos se hizo pequeño por mis pecados. Cómo no amarlo, si la felicidad plena lleva su nombre. Cómo no amarlo si la verdadera vida comienza en Reino de los Cielos. Cómo no amarte, si las mujeres tenemos el privilegio de dar vida. Cómo no amarte Señor, si aún pudiendo haberte negado me amaste tanto, tanto que te diste por mi.
¿ Y vos lo amás?