Se fue a orar y donde había ruido halló Silencio
Allí donde antes hubo duda emergió confianza
El que no veía, vio. El ciego contempló sus pies de barro en la tierra firme del amor de siempre
Aquella que quería gustar de lo acabado, de la obra terminada, de la vida serena, descubrió que el Dios de la Vida era movimiento y manos gastadas y a eso la invitaba
Y allí la buscaba Y justo ahí la encontraría si ella se dejaba encontrar en medio del vendaval, en lo de todos los días, en la soledad y en el tiempo compartido, en su agenda al compás de un ritmo humano que da lugar a la risa y al llanto, al trabajo y al descanso, a la búsqueda y al encuentro.
Se fue a orar. Se dejó amar. Aceptó la invitación . a dar el próximo paso, a confiar, a gastarse, a entregarse toda, a gustar, a esperar, a amar de lleno, a vivir en plenitud.
Se fue y yéndose volvió.
No te da igual si te busco o no no te da igual si estoy triste no te da igual…
Los fariseos con algunos escribas llegados de Jerusalén se acercaron a Jesús, y vieron que algunos de sus discípulos comían…
Y Jesús, llamando otra vez a la gente, les dijo: “Escúchenme todos y entiéndanlo bien. Ninguna cosa externa que entra…
En el Amor no hay lugar para la ansiedad porque ya no quiere uno devorar la vida, saltear etapas,…