“Cáritas es la caricia de la Madre Iglesia a sus hijos”

viernes, 17 de mayo de 2013
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“Tengan esperanza mirando hacia adelante. Porque cuando miramos atrás siempre quedamos aprisionados por la dificultad de las tribulaciones, los problemas y, bueno, esas cosas que suceden en la vida y que nos hacen sufrir”, le dijo el Santo Padre Francisco al Comité Ejecutivo de Cáritas Internationalis, encabezado por su presidente, el Cardenal Óscar Rodríguez Maradiaga, Arzobispo de Tegucigalpa, Honduras. Los directivos de Caritas se acercaron hasta el Papa para presentar la Campaña contra el Hambre que anunciarán en breve al mundo entero.

“¡Muchas gracias! por lo que están haciendo, por el trabajo”, agradeció el Pontífice y señaló que “institucionalmente la Cáritas es parte esencial de la Iglesia. Una Iglesia sin la caridad no existe. Y la Cáritas es la institución del amor de la Iglesia. La Iglesia se hace institución en la Cáritas. Por eso la Cáritas tiene esa doble dimensión: Una dimensión de acción; acción social entre comillas. Acción social en el sentido más amplio de la palabra. Y una dimensión mística, es decir, metida en el corazón de la Iglesia. La Cáritas es la caricia de la Iglesia a su pueblo. La caricia de la Madre Iglesia a sus hijos, la ternura, la cercanía”.

La búsqueda de la verdad, el estudio de la verdad católica es otra dimensión importante de la Iglesia que hacen los teólogos. Después, se transforma en catequesis y llega. La Cáritas es directa, es el amor de la Madre Iglesia que se acerca, acaricia, ama. En este sentido, me permito decirles que ustedes son los testigos primarios e institucionalizados del amor de la Iglesia. Y desearles que puedan seguir haciendo esto. Y porque siento esta responsabilidad de confirmarlos en este camino es por lo que quise recibirlos, que no se fueran de Roma sin un dialogo con el obispo de Roma. Es decir, para confirmalos en la fe.

El Papa indicó a los dirigentes de la Cáritas la gran solicitud que debe tener la Iglesia en casos de necesidad. Hay momentos, dijo, en los cuales “simplemente es necesario neutralizar el mal”. Y si hay hambre hay de dar de comer, y si hay heridos hay que curarlos. Y curar “es la caricia de la Madre Iglesia”.Y recordó a San Juan Crisóstomo que reprendía: “Te preocupas de adornar la Iglesia y no el cuerpo de Cristo que tiene hambre”. Y "se va mucho dinero en esto. Ojala se te vaya todo" dijo el papa, y en la óptica de este ojalá precisó "que tengamos que rematar las iglesias para dar de comer a los pobres".