Señor, de quien procede todo don perfecto,
Tú dispusiste que el Beato José Gabriel del Rosario
fuese pastor y guía de una porción de tu Iglesia,
y lo esclareciste por tu celo misionero,
su predicación evangélica y una vida pobre y entregada.
Te suplicamos que completes tu obra,
glorificando a tu Siervo con la corona de los Santos.
Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Foto: Seminario de Córdoba