Crisis política en Brasil

miércoles, 11 de abril de 2018
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11/04/2018 –  El ex presidente Brasil, Inasio Lula Da Silva se entregó a la Policía Federal para empezar a cumplir su condena de doce años por corrupción, pero no sin antes pasar dos días rodeado de seguidores que lo acompañaron en la sede del sindicato metalúrgico de São Bernardo do Campo, donde él empezó su carrera política como líder sindical.

Sobre este tema dialogamos con el periodista y analista internacional. Marcelo Taborda quien, de visita en los estudios central de Radio María Argentina, subrayó: “hay que decir que cada vez son menos espontaneas las protestas de la población del Brasil, no obstante, estos movimientos han sido fogoneados, entre otros por movimientos de derecha. No debemos olvida que, en general, con respecto a la política, el brasileño es mucho más desapasionado que nosotros”

A la luz de lo sucedido en Brasil y de casos de corrupción política registrados en otros países de América Latina debería preocuparnos el generalizado descrédito en el que ha caído la administración de justicia y el poder judicial de las Naciones de la región.

Estudios de opinión pública dan cuenta de que la imagen del Poder Judicial de los Estados del bloque han experimentado un profundo deterioro en los últimos diez años, al tiempo que la credibilidad de los jueces apenas alcanza al 18%, sólo por encima de los sindicatos y los partidos políticos.

En Este marco surge la siguiente pregunta: ¿cómo afecta el descrédito del Poder Judicial al sistema republicano y a la división de poderes?. Le trasladamos este interrogante a la doctora Mónica Cingolani, docente, investigadora y directora de la Maestría en Gestión Política de la Universidad Católica de Córdoba quien explicó: “obviamente, el sistema de controles interinstitucionales entre poderes, no ha podido evitar prácticas corruptas, abusivas, etc en el ejercicio del poder. Los poderes judiciales en particular adolecen de corrupción judicial, de parcialidad y de falta de independencia. Un ejemplo de esto es cuando, un grupo de políticos corruptos intentan ganar impunidad nombrando nombrando jueces influenciables o bien presionando jueces para salir inmunes de las investigaciones”.

Para la doctora Cingolani esta practica daña fuertemente al sistema republicano y a la necesaria e indispensable división de poderes que, toda sana Democracia” debería preservar.