El fútbol es sinónimo de violencia en Sudamérica

miércoles, 29 de junio de 2011
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Las peleas en el fútbol sudamericano ya son moneda corriente, y cada partido en el que se definen cosas importantes suele terminar con situaciones violentas. Y esta vez no fue la excepción, ya que en San Pablo, Buenos Aires y Córdoba se disputaron tres "finales" que terminaron en un escándalo.

El caso más resonante, por todo lo que significa el posible descenso de River a la Segunda División del fútbol argentino, se produjo en Córdoba. A la mitad del segundo tiempo, y cuando el conjunto dirigido por Juan José López perdía 2 a 0 y era claramente superado por su rival, integrantes de la barrabrava "millonaria" ingresaron al campo de juego e intentaron agredir a sus jugadores.

El partido estuvo suspendido cerca de 20 minutos, y aunque se reanudó, el clima de tensión continuó más allá del estadio, cuando otros fanáticos insultaron a sus futbolistas al llegar al hotel en donde se hospedó el plantel. Lo increíble es que no hubo un solo detenido por los incidentes.

En ese marco, el comisario mayor Juan Carlos Santillán, director General de Seguridad Capital, se refirió a los incidentes durante el partido y aseguró que, eventos de violencia como los registrados “no se puede permitir desde ningún punto de vista”. No obstante, Santillan reconoció que no estaba prevista laestrategia para enfrentar la situación.

En tanto ayer, un grupo de barras autoconvocados se reunieron frente al Monumental para realizar un “banderazo” en contra del plantel y del presidente del club, Daniel Pasarella. En las inmedicaciones del club se registraron serios incidentes con la policía.

Otro caso de violencia en el futbol se registro un rato antes del partido River-Belgrano, en las cercanías de la cancha de Boca en Capital Federal, cuando un grupo de seguidores de Huracán, que habían sufrido el descenso de su equipo al perder el desempate ante Gimnasia, provocó destrozos y momentos de violencia. Fue cerca del Hospital Cosme Argerich, un lugar en el cual dañaron un comedor infantil e intentaron atacar varios comercios. Aunque aquí hubo más de 60 detenidos, además de varios policías heridos.

El día violento en el fútbol de la región se cerró por la noche con la revancha de la final de la Copa Libertadores, en la cual Santos le ganó Peñarol en San Pablo y se quedó con el certamen. Al terminar el encuentro, los jugadores de ambos equipos se enfrentaron a golpes de puño, en una gresca que hizo recordar, y mucho, a las viejas "batallas" del torneo continental. Una situación que empañó la alegría de los hinchas brasileños.

En una misma jornada, tres partidos decisivos terminaron en violencia. Otra muestra del preocupante escenario que se observa en el fútbol sudamericano.