El testimonio de los mártires riojanos, un puente para cerrar todas las grietas

viernes, 24 de mayo de 2019
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24/05/2019 – El Padre Diego Fares habló de los mártires riojanos, y con ellos, del martirio, de lo que significa entregar la vida por amor a Dios en y con los hermanos.

Se trata este de un tema que, desde Radio María retomamos luego de varias semanas de la beatificación, cuando se han tranquilizado algunas aguas removidas por esta fiesta y por este regalo que Dios le ha hecho a los argentinos.

El Padre Diego Fares es sacerdote jesuita, mendocino de origen, pero desde hace algunos años en Roma, en la comunidad de jesuitas que escriben y editan la revista Civiltà Cattolica, y cerquita del Papa Francisco, de quien es amigo, hijo espiritual y de quien está cerca en la oración y también en la vocación por el discernimiento, un discernimiento necesario y urgente también hoy en nuestra patria, a la que el Señor le ha regalado cuatro testimonios de fe y de compromiso en las vidas y en las muertes de monseñor Angelelli, de los padres Murias y Longeville, y del laico Wenceslao Pedernera.

En diálogo con nuestra emisora, el padres Fares destacó. “Somos Iglesia si somos testigos. ¿Testigos de qué? De que Jesús es «el Testigo fiel». La Iglesia venera a los mártires porque ellos son los mejores testigos de este amor, son los que mejor representan lo que es ser Iglesia”.

Haciendo referencia a la figura de los mártires, el sacerdote jesuita aseguró que: “Wenceslao es un mártir, porque muere perdonando. Fray Carlos, porque no se calla ni el amor ni la justicia del Evangelio. El padre Gabriel, porque no dejó solo a su amigo cuando se lo llevaban y Monseñor Angelelli, porque dió la vida por cuidar la de sus ovejas”.

En su exposición, el padre Fares citó el Catecismo para explicar el martirio: “El martirio es el supremo testimonio de la verdad de la fe; es un testimonio que llega hasta la muerte” y aseguró que “mártires y santos no se diferencian. Lo que el santo de la puerta de al lado va entregando durante toda su vida el mártir lo entrega de un tirón, en un momento”.

Finalmente, el padre Diego subrayó que, “el signo del mártir que lo hace mártir de Cristo y no de un interés “mundano” es la no violencia, el no odio. El signo es dar la vida en vez de quitarla. Es anunciar la Buena Noticia entera en vez de difamar anunciando mentiras o medias verdades”.