17/04/2018 – Así lo subrayó la diputada nacional Cornelia Schmidt, del bloque Cambiemos, que preside la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara baja donde se debatirá la iniciativa
El año pasado, luego de un largo trabajo de funcionarios públicos con distintos grupos que defienden el derecho a la objeción de conciencia, el Gobierno nacional envió al Congreso un proyecto de ley que profundiza el alcance de la “objeción de conciencia”, que es, para decirlo rápidamente, la negativa a acatar órdenes o leyes, o a realizar actos o servicios que van contra la conciencia de una persona, generalmente de un profesional que presta servicio para el Estado.
El tema es que, como el proyecto que el Poder Ejecutivo consensuó con organismos vinculados con la libertad religiosa contempla ampliamente este derecho, los que están a favor del aborto (incluso en el espacio político que conduce Mauricio Macri) quieren asegurarse de que, si se legaliza esta práctica, nada la impida.
Es el caso del diputado macrista Daniel Lipoveztky, presidente de la comisión madre en la que se debaten los proyectos abortistas. Lipoveztky propone que los médicos que puedan tener objeciones de conciencia para realizar abortos deben comunicarlo con antelación a las autoridades de los establecimientos sanitarios en los que trabajan, pero obliga a esos establecimientos a que se hagan cargo sí o sí, de buscar profesionales que practiquen el aborto o a asegurar el traslado de la mujer que pide el aborto.
Según una nota publicada por el diario La Nación, el Gobierno nacional no quiere que se mezclen los dos temas, es decir, los proyectos de legalización del aborto y de la objeción de conciencia, pero, en los hechos, tienen una estricta vinculación.
Desde Radio María Argentina hablamos al respecto con la diputada nacional Cornelia Schmidt, del bloque Cambiemos, que preside la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara baja donde se debatirá la iniciativa. Sobre este aspecto, Schmidt sostuvo: “(la Objeción de Conciencia) es un derecho nuestro, un derecho que es constitucional y que se deriva directamente de la “Libertad de Conciencia” establecido en el articulo 14 de nuestra Constitución Nacional. La libertad de conciencia es una derecho fundamentalisimo que tenemos y que pueden ejercer todos aquellos que pudieron lograr cumplimentar el primer derecho que es el derecho a la vida”
El proyecto toma vital relevancia porque de legalizarse el aborto, un médico podría negarse a la práctica bajo el argumento de objeción de conciencia.
El proyecto del Gobierno, que fue enviado a la Cámara de Diputados en junio pasado, agrega que “toda persona tiene derecho a invocar un deber religioso relevante o una convicción religiosa o moral sustancial como razón para negarse a cumplir una obligación jurídica”.
Esto aplicaría, eventualmente, ante una nueva legislación sobre el aborto, pero también ante otras prácticas legales. Al respecto, y en diálogo con nuestra emisora, el doctor Jorge Gentile, constitucionalista, profesor universitario, y vicepresidente primero del Consejo Argentino para la Libertad Religiosa explicó: “ el proyecto a favor del aborto esta en contra a la Objeción de Conciencia osea, está atentando en contra de un derecho fundamental de las personas. Si de la discusión surge una ley que vaya en contra de la Objeción de Conciencia estaríamos frente a una ley inconstitucional”
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