Mapuches: “No queremos ser dueños del volcán Lanín, sino protegerlo”

miércoles, 27 de diciembre de 2017
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Gentileza La Angostura Digital

 

Lo afirmó Jorge Nahuel, miembro de la Confederación Mapuche que reclama se reconozca al volcán como sitio sagrado para su cosmovisión. Advierten acerca de la sobreexplotación turística de ese emblema neuquino. Respaldo de la pastoral aborigen de la Diócesis de Neuquén.

27/12/2017. Presentado por la prensa nacional como un nuevo y conflictivo reclamo de tierras muy valiosas, la afirmación por parte de la comunidad mapuche de que el Volcán Lanín, en Neuquén, debe ser reconocido como “sitio sagrado” para su cosmovisión, desató una nueva polémica que involucra a este pueblo originario.

Sin embargo, según declaraciones de Jorge Nahuel, referente del Consejo Plurinacional Mapuche y de la Confederación Mapuche de Neuquén, la afirmación no busca una posesión de esas tierras, sino, más bien, que la Administración de Parques Nacionales reconozca “el valor religioso y cultural” que tiene el sector y se lo proteja de una sobreexplotación turística.

“Nosotros nunca consideramos la naturaleza como algo de nuestra propiedad”, explicó Nahuel; y agregó: “Nosotros somos parte de la naturaleza; no somos sus dueños. Es este sistema capitalista depredador el que tiene ese concepto de apropiación, y que está llevando al colapso planetario, con los recursos naturales colapsados, agua, bosques en problemas”, afirmó el referente mapuche.

Lógica de mercado

Nahuel sostuvo que su gente se opone “a esa lógica del mercado” y que entiende “que la naturaleza es un bien que todos tenemos el derecho a disfrutar, y no que lo disfrute solamente una porción exclusiva que logra ingresar y disfrutar a través del pago”.

Consultado sobre si el reconocimiento de lugar sagrado implicaría la prohibición de otras actividades, Nahuel respondió: “Al contrario, esto será un lugar de acceso libre, popular, para que ingrese la mayor cantidad de gente para conocer la cultura mapuche con respeto supremo a la cosmovisión mapuche”.

En este sentido, dijo que desde hace varios años se está avanzando en un diálogo con (la Administración nacional de) Parques Nacionales para que se lo registre como un sitio sagrado. “La polémica –relató– se produjo porque (el Gobierno de) la Provincia de Neuquén, ha salido con una embestida muy desafortunada, en parte por desinformación, y ha dicho que (el volcán) nunca va a ser un sitio sagrado mapuche porque es patrimonio de todos los neuquinos, de toda la región”.

Para el dirigente mapuche, esa dicotomía “no tiene ni pies ni cabeza porque no es una cosa o la otra, sino que el volcán puede ser, tranquilamente, las dos cosas: patrimonio de toda la región -como de hecho lo es- y, a la vez, un sitio de carácter sagrado para la cultura mapuche porque ahí es donde se realiza una de las ceremonias más importantes de esta cultura”.

Respaldo pastoral

Desde la comisión de Pastoral Aborigen de la diócesis de Nequén, el padre José María D’Orfeo dio cierto respaldo al pedido, en el reconocimiento de que, es “efectivamente al pie del volcán Lanín” donde se realizan las ceremonias más importantes de los mapuches.

En diálogo con Radio María, el padre D’Orfeo dijo que “hay que tener en cuenta la cosmovisión de los aborígenes. El volcán Lanín representa para estas comunidades un espacio a través del cual la tierra respira y les otorga vida. Entonces, el volcán es un espacio sagrado para el pueblo Mapuche por la fuerza que genera lo cual asegura la continuidad de su cultura”.

El padre D´Orfeo negó vinculación u oportunismo entre este pedido y los conflictos por las tragedias que involucraron a Santiago Maldonado y Rafael Nahuel, ambos fallecidos en ocasión de operativos de seguridad ocasionados por conflictos mapuches. “Esto del volcán Lanín viene de mucho antes”, aseguró el sacerdote que hace 30 años trabaja en la zona donde vive una importante cantidad de mapuches.

Por último, destacó que si el Lanín se reconoce como lugar sagrado de la cosmovisión mapuche, “se puede desarrollar un entendimiento y la convivencia de dos instituciones que son Parques Nacionales y las comunidades aborígenes que hace muchos años buscan instrumentos para superar una relación que siempre estuvo cargada de prejuicios”.