El Club Juan Pablo II y Fiat se preparan para recibir hasta 100 pacientes en caso de necesidad

viernes, 24 de abril de 2020
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Como Obra de María desde nuestra dimensión de las obras de caridad, se puso a disposición el predio del Club Juan Pablo II – que fue cedido en comodato por FiatChrysler Automobiles (FCA) a la Asociación Civil Hombre Nuevo– donde se está armando un Centro de Atención Médica Sanitario para acciones de prevención, control y tratamiento de pacientes con Covid-19, en el marco del “Estado de Alerta, Prevención y Acción Sanitaria”.

Es intención de FiatChrysler Automobiles (FCA) y la Asociación Civil Hombre Nuevo colaborar con el Gobierno de la provincia de Córdoba en el marco de la emergencia sanitaria que estamos viviendo. Hombre Nuevo cesa las actividades en el Club Juan Pablo II por un tiempo, del 15 de abril al 1º de Agosto, para que se haga uso del predio y se preste servicio; y FCA se ocupa de abastecer con 100 camas, 60 biombos para equipar los salones del club ubicado en el predio, colchones hospitalarios, ropa blanca, baños con duchas, almohadas, mobiliario, prendas de vestir para las personas afectadas, una ambulancia y dos vehículos para el traslado de personas e insumos.

Camas y biombos en el Club Juan Pablo II
Instalación de baños con duchas
Baños con duchas
Baños químicos en el predio del Club

De esta manera, el Gobierno de la provincia de Córdoba, a través del Ministerio de Salud, puede desarrollar actividades tendientes a la salvaguarda de los derechos de determinados grupos de riesgo que no requieren asistencia médica de urgencia o intensiva en el marco de la pandemia Covid-19.

En esta realidad de pandemia en la que vivimos, como Obra de María tenemos la posibilidad de abrazar con gestos concretos y lo estamos haciendo siguiendo las palabras del Papa Francisco: El Señor nos interpela y, en medio de nuestra tormenta, nos invita a despertar y a activar esa solidaridad y esperanza capaz de dar solidez, contención y sentido a estas horas donde todo parece naufragar”. Porque “frente al sufrimiento, donde se mide el verdadero desarrollo de nuestros pueblos, descubrimos y experimentamos la oración sacerdotal de Jesús: «Que todos sean uno» (Jn. 17,21).