Omnipotente y eterno Dios, mira el rostro de tu Divino Hijo y por amor a Él, ten piedad de tus sacerdotes. Recuerda que no son sino débiles y frágiles criaturas, mantén vivo en ellos el fuego de tu amor y guárdalos para que el enemigo no prevalezca contra ellos y en ningún momento se hagan indignos de su santa vocación.
Te ruego por tus sacerdotes fieles y fervorosos, por los que trabajan cerca o en lejanas misiones y por los que te han abandonado.
¡Oh Jesús! te ruego por tus sacerdotes jóvenes y ancianos, por los que están enfermos o agonizantes y por las almas de los que estén en el purgatorio.
¡Oh Jesús! te ruego por el sacerdote que me bautizó, por los sacerdotes que perdonan mis pecados, por aquellos a cuyas misas he asistido y asisto, por los que me instruyeron y aconsejaron, por todos para los que tengo algún motivo de gratitud.
¡Oh Jesús! guárdalos a todos en tu Corazón, concédeles abundantes bendiciones en el tiempo y en la eternidad Amen.
Sagrado Corazón de Jesús, bendice a tus sacerdotes
Sagrado Corazón de Jesús, santifica a tus sacerdotes
Sagrado Corazón de Jesús, reina por tus sacerdotes.
María, madre de los sacerdotes, ruega por ellos.
Danos Señor vocaciones sacerdotales y religiosas.
San Juan María Vianney ( cura de Ars)