De cabellos de plata y corazón de oro De mirada llena de bondad y palabras colmadas de sabiduría. De silencios que hablan de prudencia y cientos de consejos para no errar en el camino.
Abuelos que son padres, con amor que redobla en entrega que es otra vez abrazo, cuidado y excesivo cariño. Abrazos y mimos que nunca faltan en aquellos que hoy, son sus elegidos: Nietos que buscan sin medidas esos tiempos refugiados en sus cariños.
¡Quién como ellos para hablar de Amor desinteresado que es sostén y es abrigo! Hoy Señor, te pido por sus corazones, su salud y todos sus caminos Restablece sus cuerpos enfermos, dales salud y largos años entre sus hijos; fortalece sus almas y dales tu gracia y bendición para que disfruten de sus años en familia.
Cólmalos de alegrías siempre nuevas y sana aquellas heridas del corazón, que con el paso de los años han quedado como huellas del tiempo en sus recuerdos. Danos a nosotros la gracia: De amarlos también sin medida, de entender sus silencios, sus “caprichos” y “vueltas”. Que nunca falte nuestro corazón agradecido. Que nuestras manos se conviertan en sostén, caricia y también abrigo.
Que nunca sientan la soledad mientras tengan sus hijos, más descubran que el amor que han dado, hoy es tesoro que sus hijos guardan como herencia aquí y en Cielo. Que el amor no les falte, tu bendición y cariños.
Que se sientan felices de haber recorrido parte del camino, sostenidos siempre por tu Mano que fue Misericordia y Providencia en su destino. Abrázalos Padre Dios, y hazlos sentir felices, fuertes y llenos de tu amor divino, y a nosotros danos vida y amor para retribuirles, de alguna manera, tanta vida, y tanto amor que nos han dejado marcado a fuego en nuestros corazones como sostén e incondicional ayuda en este camino. Bendíce hoy Señor a todos los abuelos.
Padre Guillermo Serra, L.C